Si bien hoy en día es miembro de una de las bandas más importantes del rock a nivel mundial, el ascenso a la fama de Paul Stanley se debió en gran medida a un defecto de nacimiento.
Así lo reconoció el guitarrista y vocalista de la legendaria agrupación Kiss, agregando que buscó la fama para compensar sus propias inseguridades.
En entrevista con el programa The Big Interview, Stanley señaló que nació con una microtia, “lo que básicamente es no tener una oreja”, sostuvo.
El músico indicó que cuando adolescente no era una persona sociable. “Y cuando tienes un detalle físico que te diferencia del resto, te transformas en el blanco de un juicio implacable, y a veces, del ridículo”, puntualizó.
Según el portal de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la microtia es un defecto en el cual la oreja no se desarrolla correctamente, quedando de un tamaño pequeño.
La gravedad de este defecto puede variar, desde anomalías que prácticamente no se notan hasta problemas mayores en la formación de la oreja.
De esta manera, el fundador de Kiss explicó que el ascenso a la fama fue “una manera de obligarme a pararme frente a la gente y decir: ¡Ves, deberías haber sido amable conmigo!”.
No obstante, el norteamericano admitió que ser famoso no resolvió sus problemas ni tampoco cambió nada.
“Fui lo suficientemente afortunado como para que me llegara el éxito, y me di cuenta de que no me había cambiado nada, ni siquiera en mi amabilidad con el resto de los humanos”, expresó.
“Fui bendecido, ya que en ese momento de tu vida, cuando te vuelves famoso, es una decepción porque no es un remedio, y suele pasar que, o te metes una aguja en el brazo, una pistola en la boca o vives la vida como una patética víctima. Yo no estoy para eso”, sentenció.
