A diferencia de años anteriores, Jennifer López optó por mostrar menos piel en su paso por la alfombra roja de los premios Óscar.

La cantante llegó con un ajustado vestido manga larga y cuello alto, cubierto con pequeños espejos.

El traje, por supuesto, marcaba su silueta a la perfección, aunque no fue del gusto de todos.

Pese a que en redes sociales alabaron su figura y calificaron el traje como sexy, hubo quienes la compararon con una bola de discoteque.

De hecho, el portal StyleCaster tituló un artículo sobre la artista así: “Jennifer López parecía una bola de discoteca andante en los Oscar, y sí, era sexy”.

Pero más allá de los comentarios, la también actriz desfiló con orgullo y soltura junto a su pareja Alex Rodriguez.

 Agence France-Presse
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