Un embarazo en la familia real británica es una noticia que se alegra a gente en prácticamente todo el mundo, sin embargo, esa felicidad también viene con una sombra negativa: el acoso mediático.

Sin lugar a dudas, quien más sufrió con esa presión fue la princesa Diana, a quien la prensa no le perdió pista en cada uno de sus embarazos, llegando incluso a tener que adelantar su primer parto por ello.

Según confesó a su biógrafo Andrew Morton, “ya no podía soportar la presión de la prensa por más tiempo, se estaba volviendo insoportable. Era como si todos estuvieran vigilándome todos los días”.

Pero los medios de comunicación y los paparazzi no eran su único problema, pues su relación con su esposo, el príncipe Carlos, tampoco era de las mejores. De hecho, la princesa aseguró que la llegada del príncipe Harry, su segundo hijo, fue sido casi un milagro.

Harry nació un año después que Diana sufriera un aborto espontáneo, que la dejó completamente desolada, a lo cual se sumaron los fuertes rumores de infidelidad de parte de Carlos con Camilla Parker Bowles.

Pese a todo, la noticia del segundo embarazo de Diana alegró a la pareja y durante varios meses estuvieron más compenetrados que nunca. “Carlos y yo estuvimos unidos antes de que Harry naciera más de lo que nunca habíamos estado y jamás estaríamos. (Pero) De pronto, cuando Harry nació nuestro matrimonio se fue por la alcantarilla”, se escucha decir a Lady Di en las grabaciones publicadas por Morton en el documental Diana: en sus propias palabras.

El inicio del fin

Parte del cambio de actitud de Carlos se debía a que durante todo el embarazo de Diana pensó que tendrían una niña, un gran sueño que había esperado por mucho tiempo, por lo que al enterarse que no sería así, su decepción fue grande.

“Yo sabía que sería un niño porque lo vi en el ultrasonido, pero Carlos quería una niña. Quería dos hijos, pero una niña. Sabía que Harry sería un niño y no se lo dije”, reveló Diana.

Cuando Harry llegó al mundo, la reacción de Carlos fue desgarradora para Diana. El príncipe se limitó a decir con desdén: ‘Dios mio es un niño y hasta tiene tiene pelo rojo’.

Tras nueve horas de parto sin drogas para el dolor, aquel comentario partió el corazón de Lady Di, especialmente por la sospecha de paternidad que se dejaba entrever en el comentario sobre el color de su pelo.

La verdad es que el pelo rojizo de Harry no era novedad para la familia Spencer, la familia de Diana, ya que tanto sus hermanas mayores como su hermano menor, Charles Spencer, tenían el mismo tono.

“Algo dentro de mí se rompió. En ese momento supe (Carlos) que volvería con su dama”, reconoció Lady Di refiriéndose a Parker Bowles.

Días de soledad

El príncipe Harry nació en el Hospital St. Mary’s en Paddington, Londres, el 15 de septiembre de 1984, a las 16:20 horas. Al día siguiente fue presentado al público antes de partir a su hogar en el Palacio de Kensington.

Según confirmó la prensa de la época, una hora después de llegar a su casa, el príncipe Carlos salió a toda velocidad para ir a jugar Polo con sus compañeros.

Pero eso no fue todo, en el bautizo de Harry en diciembre, Carlos volvió a tocar el tema, esta vez con la madre de Diana, Frances Kydd: “Estábamos muy decepcionados, pensamos que sería una niña”.

La mujer no quedó nada contenta con el comentario y le respondió duramente al futuro rey de Inglaterra. “Mamá movió la cabeza bruscamente y dijo: ‘Debes darte cuenta de la suerte que tienes de tener un hijo que es normal’“, reveló la princesa en sus conversaciones con Morton.

Pero esa no era la primera vez que las palabras de Carlos herían a Diana. Días después de su compromiso, hizo una broma que caló muy hondo en la princesa y la llevó a la bulimia.

“Mi esposo puso su mano en mi cintura y me dijo: ‘estás un poco gordita, ¿verdad?’. Eso desencadenó algo en mi”, afirmó Lady Di.

“La primera vez que hice que me enfermara me emocionó porque sentí que era una liberación de la toda tensión que sentía”, reveló.

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Padre e hijo

Pese a la desilusión inicial, Carlos adoró a Harry y se hicieron muy cercanos, incluso la misma Diana reconoció que padre e hijo tenían una conexión especial.

“Harry fue una completa alegría y en realidad es más cercano a su padre que William en este momento”, dijo seis años antes de morir.

Con el paso de los años las cosas siguieron así, a pesar del comportamiento rebelde que tuvo el príncipe durante gran parte de su juventud y que incluso llevaron a su padre a internarlo en centro de rehabilitación.

Su estrecho vínculo quedó más que demostrado el año pasado, cuando Carlos aceptó acompañar a Meghan Markle al altar, luego que su padre no pudiese asistir a la boda real.

“Cuando le pedí que lo hiciera, creo que sabía que iba a llegar ese momento, inmediatamente dijo que si: ‘sí, por supuesto, haré lo que Meghan necesite. Y estoy aquí para apoyarte"”, recordó Harry en un documental por los 70 años de vida de Carlos. “Le estoy muy agradecido por haber hecho eso”, añadió.

Y aunque finalmente Carlos no consiguió a la esperada hija que soñaba, después de 30 años cumplió su ilusión y tuvo una nieta, la princesa Charlotte.

Antes del nacimiento de la pequeña, él insinuó que mantenía los dedos cruzados para que fuera niña, y cuando sucedió, se llenó de alegría. “Esperaba una nieta, alguien que me cuide cuando sea muy viejo. Realmente estoy emocionado”, señaló al público en una de sus muchas apariciones oficiales.