La noche del lunes, Meghan Markle sorprendió al aparecer en la entrega de premios British Fashion Awards, celebrados en el Royal Albert Hall de Londres.

En la ocasión, la duquesa de Sussex lució su avanzado embarazo en un vestido asimétrico de la casa de modas Givenchy, cuya diseñadora principal, Clare Waight Keller, fue homenajeada en el evento.

La aparición de la exactriz no sólo llamó la atención por su abultado vientre, sino que también porque rompió dos reglas de protocolo real.

Meghan llegó al evento usando una manicure con esmalte negro opaco que hacía juego con su vestido, algo que está prohibido para las mujeres de la familia real, quienes sólo deben optar por tonos naturales y pasteles.

Hasta el momento, Markle ha sido vista siguiendo esta norma y usando generalmente el esmalte favorito de la reina Isabel: un tono rosa pálido de la marca Essie llamado Ballet Slippers, que cuesta poco menos de cinco mil pesos chilenos.

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Pero esa no fue la única regla que quebró ese día. Markle también posó junto a la diseñadora homenajeada y a la actriz Rosamund Pike en un Boomerang (gif) oficial del evento, que fue compartido en sus redes sociales.

No obstante, la familia real también tiene prohibido participar en este tipo de actividades, así como tomarse selfies con el público. Por lo mismo, no fue extraño que la publicación desapareciera misteriosamente, aunque los cibernautas no dejaron pasar la oportunidad de guardar y viralizar la imagen.

Cabe destacar que tras la publicación del Gif, la duquesa recibió varios comentarios negativos de parte de algunos medios, así como de las redes sociales, donde aseguraban que estaba reviviendo sus días de estrella Hollywood o que estaba regresando a sus raíces, lo que coincide con los rumores sobre su supuesta mala actitud.