El último funeral de un monarca en Inglaterra ocurrió hace 66 años y fue para el padre de Isabel II, Jorge VI. Desde entonces muchas cosas han cambiado en el mundo y la sociedad, por lo que la Reina ha puesto un gran esfuerzo en preparar cada detalle de lo que ocurrirá cuando muera.

“El puente de Londres ha caído” es el nombre del plan secreto que dictará las reglas que deberá seguir la familia real, la BBC e incluso el público en general días después de su partida.

La muerte de la Reina también cambiará muchas cosas dentro de su país, comenzando por la organización de la monarquía.

El príncipe Carlos se convertirá automáticamente en rey y su esposa Camilla Parker Bowles, en princesa consorte (a menos que él decida darle el título de reina).

Los hijos y nietos de Carlos, también estarán un paso más cerca de la corona, lo que traerá importantes transformaciones, especialmente para el príncipe William y su esposa Kate Middleton.

Nuevo título

Como heredero directo al trono, es probable que Carlos oficialice a William como el nuevo Príncipe de Gales, título nacido en 1301, que se entrega al hijo mayor de cada monarca y que ha sido suyo por 60 años.

Paralelamente se espera que Kate también reciba el título y se transforme en Catherine, princesa de Gales. Esta decisión, sin embargo, no será fácil, ya que la última persona en ostentar dicho cargo fue su difunta suegra, Lady Di, por lo que cuenta con un peso especial para muchas personas.

De hecho, Parker Bowles decidió no llevar aquel título tras su matrimonio con Carlos, por el costo público que tendría que pagar.

Aún así, el diario inglés Mirror afirmó que es muy posible que Kate sí decida usarlo como un homenaje a Diana.

Nuevo ducado

Otro gran cambio es que William y Kate dejarán de ser los duques de Cambridge y pasarán a hacerse cargo del Ducado de Cornwell, que actualmente pertenece a Carlos y Camilla.

Este lugar, que abarca 54 mil hectáreas, se extiende en 23 condados con propiedades residenciales, comerciales y agrícolas.

Esto les otorgará un nuevo ingreso de alrededor de $28 millones de dólares, cifra similar a la que recibe Carlos y que utiliza en gran parte para financiar sus propias organizaciones benéficas.

Deberán mudarse

Los duques y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, cuentan con dos residencias: el palacio de Kensington, en Londres, y Anmer Hall, en Norfolk.

Esta última es la preferida de la familia y donde pasan más tiempo.

La propiedad de 10 habitaciones, que cuenta con una piscina y una cancha de tenis privada, fue un regalo de la Reina a William y Kate para ser usada como lugar de descanso.

Sin embargo, en 2015, tras el nacimiento de Charlotte, la pareja decidió establecerse allí para que William pudiese enfocarse más en su familia y en su carrera como piloto.

Según la revista The Week, luego de la muerte de Isabel II, la familia deberá trasladarse permanentemente al palacio de Kensington, que se convertirá en su residencia principal, gracias a su ubicación.

La partida de la Reina significará un aumento en el trabajo de los duques, por lo que deberán estar más cerca del nuevo monarca.

Tendrán más trabajo que nunca

Si la agenda de los duques es ocupada por estos días, una vez que la Reina fallezca, esta será mucho más apretada.

Ya no sólo deberán apoyar y representar a la Reina con tareas simples como inauguraciones o reuniones, sino que también deberán viajar al extranjero con más frecuencia, especialmente a los países de la Mancomunidad de Naciones.

Esta tarea comenzará inmediatamente después de la muerte de Isabel II, ya que deberán ayudar a calmar y fortalecer las alianzas. Esto será de vital importancia, porque en ese punto varios países podrían querer romper el vínculo con Inglaterra, debido a que su afecto por la Reina es el único lazo que los mantiene atados a la mancomunidad.

Cosas cambiarán para George

Un vez que Carlos sea rey, William será el siguiente en la línea de sucesión al trono, seguido por su hijo George (5), quien algún día se convertirá en el siguiente monarca.

Con ese fin a la vista, su entrenamiento como futuro gobernante del país será un trabajo de tiempo completo hasta que llegue el agridulce día de llevar la corona.

La elección de las escuelas a las que asistirá y en qué se centrará su aprendizaje dependerá no sólo de sus padres, William y Kate, sino que también de su abuelo, quien deberá ocuparse de los detalles de la educación que recibirá su nieto.

Nuevos ayudantes

Al igual que con cualquier nuevo cambio de gobierno, muchas cosas se agitarán y se moverán.

Después de mudarse al palacio de Kensington, algunos empleados de los duques dejarán su trabajo, otros serán despedidos y otros reemplazados.

Se puede asumir que los ayudantes personales y secretarios privados se mantendrán junto a ellos para ayudar a hacer frente a los nuevos deberes, pero también existe la posibilidad que Carlos les haga recomendaciones acerca de su equipo.

Por supuesto, también habrá cambios de horario y nuevas rutinas para acomodarse al escenario donde en un principio todo será caos hasta que se establezca un nuevo orden.