La princesa Eugenia, nieta de Isabel II de Inglaterra, se casó el viernes con el plebeyo Jack Brooksbank en Windsor, en una ceremonia criticada por su elevado costo pero que, pese a los numerosos invitados famosos, no logró la magia de anteriores bodas reales.

Eugenia de York, de 28 años, es la hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson y novena en la línea sucesoria del trono, considerada por lo tanto un miembro menor de la familia real británica.

Su unión con Brooksbank, de 32 años, representante británico de Tequila Casamigos -la firma de George Clooney-, se celebró en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, el mismo lugar donde el príncipe Harry y la exactriz estadounidense Meghan Markle se dieron el sí en mayo.

La boda de Eugenia fue seguida en televisión por millones de personas gracias a la transmisión de BBC, la que llamó la atención por un error en los subtítulos en vivo (closed caption).

Tras aparecer la novia en pantalla por primera vez, los comentaristas alabaron su elegante vestido de manga larga diseñado por el británico Peter Pilotto.

“Que hermoso vestido. Le calza perfecto”
, señaló el comentarista de BBC, sin embargo, en pantalla se podía leer: “Que hermosos pechos”.

La frase fue captada por cientos de personas que comentaron en redes sociales el error. Mientras algunos lo calificaron como “rudo”, otros simplemente lo tomaron con humor.

BBC
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Un portavoz de BBC reconoció el error a la revista OK. “Nuestro servicio de subtitulado en vivo produce niveles de precisión superiores al 98%, pero, como ocurre con todos los canales, hay casos, especialmente durante las transmisiones en vivo, cuando ocurren errores. En esta ocasión, el software de subtitulación de reconocimiento de voz cometió un error”, explicaron.

El comentado vestido sin encaje y muy entallado en la cintura, fue muy alabado, especialmente por su escote, que dejaba al descubierto la cicatriz de una operación de escoliosis a la que fue sometida cuando tenía 12 años.

 TOBY MELVILLE | Agence France Presse

TOBY MELVILLE | Agence France Presse

Sin velo en un día de muy fuerte viento, la princesa también lució una tiara con una gran esmeralda que le prestó la reina Isabel II.

Entre los cerca de 800 invitados estaban la actriz estadounidense Demi Moore, el cantante británico Robbie Williams y las supermodelos Kate Moss, Naomi Campbell y Cara Delevingne.