Fue el pasado 23 de agosto cuando Jennifer Garner llevó a su ex esposo, Ben Affleck, a un centro de rehabilitación en Malibú para tratar su adicción al alcohol.

Según consignó en aquella oportunidad TMZ, Affleck tomó la decisión luego que Garner llegara hasta su hogar en Pacific Palisades, para participar en una intervención y pedirle que buscara ayuda.

Desde entonces, el actor se ha esforzado en ganar esta batalla que, según muchos, fue lo que provocó el fin de su matrimonio.

A poco más de un mes de su ingreso en el centro, Affleck utilizó sus redes sociales para referirse a este proceso.

“Esta semana completé 40 días de internación en un centro de rehabilitación para tratar mi adicción al alcohol y ahora permaneceré en atención ambulatoria”, comenzó señalando en el comunicado.

“El apoyo que he recibido de parte de mi familia, colegas y fanáticos significa mucho más para mí de lo que puedo decir. Me dio las fuerzas y el apoyo para hablar de mi enfermedad con otras personas”, agregó.

En el texto, la estrella de cine sostuvo que batallar contra cualquier adicción “es una lucha de por vida y difícil. Debido a eso, uno nunca está realmente dentro o fuera del tratamiento. Es un compromiso a tiempo completo”.

“Estoy luchando por mí y por mi familia. Mucha gente se ha acercado a los medios de comunicación social y ha hablado de sus propios problemas con adicciones”, complementó.

“A esas personas, quiero decirles gracias. Su fuerza me ha inspirado en formas que nunca creí que serían posibles. Me ayuda saber que no estoy solo y me recuerda que si tienes un problema, buscar ayuda es un signo de coraje, no de debilidad”, cerró.

Rápidamente la publicación se viralizó entre sus seguidores, sumando más de 130 mil “me gusta” y otros miles de mensajes.