Corría mayo de 1987. Cecilia Bolocco tenía recién 22 años y ya se convertía en la Miss Universo. Era la primera (y única, hasta la actualidad) chilena en recibir tal reconocimiento internacional. Ese sería el puntapié inicial de una carrera que, casi 31 años después, no tiene para cuándo terminar.

Así, hasta ahora la hemos visto en el ambiente de la moda, el modelaje, la televisión y los negocios, transformándose en una de las mujeres más importantes del espectáculo nacional.

Pero eso tiene varios “costos”. Y eso, Cecilia, lo tendría bastante claro.

Y es que a lo largo de su vida se han acercado a ella para ofrecerle diversos cargos políticos. Según dijo: embajadora, senadora y ministra.

“Me han llamado desde que cumplí 40 años para que postulara como senadora. Y de ahí muchas otras veces. Ministerios, embajadas”, explicó, según recoge el portal Glamorama.

Eso sí, aseguró que no ha pensado en ingresar al servicio público, pues según dijo, su “campo de acción es justamente el campo privado y social, y estoy muy cómoda ahí”.

Recordó, además, que “tuve en su momento la posibilidad de conocer más bien de cerca, cuando estuve casada con Carlos Menem (expresidente de Argentina), el mundo de la política. Y definitivamente no es lo mío

Bolocco dejó claro que prefiere trabajar en el mundo privado y, desde ahí, vincularse a lo social. “Yo me comprometo desde el corazón. Mi vínculo con las distintas organizaciones en que coopero y trabajo nace desde ahí, desde un compromiso real”, sentenció.