Fue el 16 de febrero de 2007 cuando Britney Spears protagonizó uno de los momentos más recordados de su vida personal. La “Princesa del Pop” tomó una máquina de afeitar y se rapó la cabeza en público, ante todas las cámaras.

Pero esta sólo fue la “guinda de la torta”. Britney, quien tenía 26 años en ese entonces, además había sido fotografiada en salidas nocturnas insanas, descuidos de su apariencia personal, consumo y abuso de sustancias nocivas, entradas y salidas a clínicas de rehabilitación, además de la pérdida de la custodia de sus hijos (que tenían 1 y 2 años).

¿Qué le había sucedido Britney?

A pesar que se había referido parcialmente en algunas entrevistas a lo que le ocurrió ese año, fue en 2017 cuando, en conversación con la revista Yediot Ajronot de Israel, en donde sinceró su verdad (en marco de su paso por Tel Aviv).

La cantante culpa, en primer lugar, a la insistencia de los medios por obtener una exclusiva de ella. “Esos fueron los años más difíciles (de mi carrera). Creo que los paparazzis me dejaron en paz recién cuando me escondí en mi casa como por dos años”, explica. “Mis 20 años fueron horribles”, destaca.

Britney Spears en 2007
Britney Spears en 2007

“Mi vida estaba controlada por demasiadas personas y eso realmente no te permite ser tú mismo. Escribí en aquel entonces, que estaba perdida y que no sabía qué hacer conmigo misma. Trataba de complacer a todos los que me rodeaban”, reconoce como una de las grandes razones que la llevaron a caer en “crisis”.

Admite, además, que no se dio los descansos necesarios para “sobrevivir” a su mediática carrera y que no asumió la verdadera importancia que tenía su salud mental.

“Cuando era joven no sabía lo que era bueno o malo, por eso reaccionaba de manera muy instintiva”, detalla. “Hubo muchas decisiones que se tomaron por mí y que no planee yo”, agrega.

Esto, también afectó profundamente su desempeño artístico. “En esa situación, cuando no tienes el control, te vuelves menos ‘humano’ y hay menos pasión cuando se trata de música”, explica.

Y destaca: “Hay momentos en los que miro hacia atrás y pienso: ‘¿Qué diablos estaba pensando?”.

La Britney de hoy

En la misma entrevista, Spears reconoce que le gustaría vestirse como ‘una persona normal’ y caminar en la calle sin que nadie note su presencia. No obstante, también ha demostrado que hoy sabe manejar de mucho mejor forma el acoso mediático.

“Hoy estoy en una mejor etapa de mi vida. Mis hijos dieron forma a mi personalidad y me llenaron”, admite.

Y es verdad. La artista suele compartir momentos de su vida familiar, en los que aparece junto a Sean y Jayden, quienes tienen 12 y 11 años respectivamente.

🐠🦋🐠 So much fun at this beautiful place

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Esta semana la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD en sus siglas en inglés) anunció que entregará su máximo reconocimiento a la artista: el Vanguard Award, premio que se entrega de forma anual (desde 1993) a los famosos que luchan por promover la igualdad de derechos de las personas LGBTQ.

“¡Honrada de recibir el Vanguard Award de los GLAAD Media Awards este año! La comunidad LGBTQ significa el mundo entero para mí y me inspira cada día. ¡Estoy orgullosa de ser una aliada y seguiré apoyando la igualdad y la aceptación para todos!”, reaccionó en Instagram tras el anuncio.