Impacto causó la repentina muerte de la cantante irlandesa Dolores O’Riordan, líder de The Cranberries, este lunes a los 46 años, mientras realizaba una sesión de grabación en Londres.

El regreso de la artista a un estudio parecía confirmar que se había recuperado de los problemas de salud que obligaron a la banda a cancelar su gira mundial del año pasado.

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En mayo de 2017, The Cranberries había iniciado una gira mundial que al poco tiempo debieron cancelar debido a los dolores de espalda de su vocalista, ya que los médicos le recomendaron parar durante unos meses para recuperarse.

Pero esos mismos motivos obligaron al grupo a posponer varios conciertos que tenía previstos en septiembre de 2016. Sin embargo, este no era el único problema de salud que la cantante debió enfrentar a lo largo de su vida.

Según recoge el periódico español Heraldo, desde que se dio a conocer en 2014 que padecía de trastorno bipolar, O’Riordan protagonizó algunos polémicos episodios que incluso la llevaron a comparecer ante la justicia.

El mismo año, la cantante fue acusada de agredir a una auxiliar de vuelo y luego darle un cabezazo y escupir a un oficial irlandés.

A raíz de lo anterior, O’Riordan fue condenada a pagar una multa de más de 6.000 euros (más de 4 millones de pesos) y finalmente evitó pagarla porque el juez tuvo en cuenta esta grave enfermedad mental.

De la misma forma sus abogados también presentaron diversos informes médicos en los que aseguraban que la irlandesa sufría episodios de “hipomanía”, “privación del sueño” y “paranoia”, a raíz de la separación, pocos meses atrás, de su marido, Don Burton.

Numerosos medios británicos aseguraron cuando la cantante comenzaba su carrera, en 1996, que también sufrió anorexia nerviosa.

En definitiva, todavía no existe claridad y exactitud en las causas de su fallecimiento. Por ahora su familia pidió “respeto y privacidad”, ante tan repentina muerte.