Meghan Markle vive el sueño que cientos de mujeres tuvieron cuando niñas. La actriz norteamericana se casará con el príncipe Harry, noticia que fue confirmada el lunes pasado y que alegró a ambos lados del Atlántico.

La pareja se conoció en una cita a ciegas gracias a una amiga en común que los puso en contacto. Según Harry, la conexión fue inmediata, a pesar que ninguno sabía nada del otro. “En cuanto la vi supe que era la única mujer de mi vida”, reveló el príncipe en una entrevista con BBC.

Tras aquel primer encuentro, se volvieron a ver por casualidad otra dos veces en Londres, hasta que él la llamó para invitarla a un camping en Botswana. “Nos enamoramos increíblemente rápido, parecía que las estrellas estaban alineadas”, agregó.

La relación inició poco tiempo después, y los medios se enteraron algunos meses más tarde. Desde ese momento la vida de Meghan no volvió a ser la misma.

Los paparazzi la acechaban y la prensa hablaba de cada detalle de su vida, sacando a la luz su divorcio. Todo esto hizo que el palacio de Buckingham, a través de un comunicado, denunciara el “acoso” que sufría la joven.

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Agence France Press | Daniel Leal

Los novios se comprometieron a principios de mes, en un domingo muy tranquilo y normal, según ellos mismos explicaron. “Fue una sorpresa increíble. Fue muy dulce, natural y muy romántico”, afirmó Meghan. “Ella ni me dejó terminar y dijo ’¿puedo decirte que sí?’”, agregó él. “Creo que la cogí realmente por sorpresa”.

Los especialistas en temas de realeza, afirman que luego del matrimonio la pareja podría convertirse en los Duques de Sussex, uno de los ducados disponibles en Inglaterra, por lo que Meghan pasaría a ser llamada Su Alteza Real la duquesa de Sussex.

Sin embargo, Markle y Kate Middleton -cuya historia es archiconocida- no son las únicas plebeyas que han enamorado a un príncipe heredero a la corona. De hecho, son varias las historias que se han tejido alrededor de la realeza y a continuación te contamos algunas de ellas.

Sofia Hellqvist

La vida de Sofia Hellqvist parece sacada de una película romántica. Con 30 años, ha dejado atrás una esforzada infancia, un pasado alocado y una familia política que no la aprueba, y todo por el amor del príncipe Carlos Felipe de Suecia.

Sofía creció en Älvdalen, una pequeña localidad rural situada en el centro del país y en el seno de una familia de clase media baja. Desde pequeña siempre supo que quería ser modelo, por lo que tomó clases de baile, teatro, canto y piano.

A los 18 años se trasladó a Estocolmo donde trabajó como mesera en locales de centros nocturnos, mientras esperaba su “gran oportunidad” en el mundo del espectáculo. Al poco tiempo le ofrecieron posar para la revista masculina Slitz, donde sus sensuales fotografías causaron sensación, de hecho fue elegida como Miss Slitz 2004, según informó el tabloide sueco Expressen.

Las imágenes que incluían semidesnudos con una boa recorriendo su cuerpo, fueron republicadas luego del anuncio de su compromiso con el Príncipe, generando un gran revuelo mediático.

Slitz
Slitz

El mismo año de la publicación de las fotos, la modelo aceptó la invitación para participar en la reality Paradise Hotel -una especie de Amor a Prueba Sueco-, donde un grupo de jóvenes solteros debían convivir en un hotel de lujo perdido en una selva tropical. Aunque no ganó, Hellqvist se convirtió en una de las finalistas del espacio.

Tras el impacto que tuvo la televisión en su vida, Sofía decidió alejarse, trasladarse a Nueva York y comenzar a prepararse como instructora de Yoga. En 2009 comenzó a ayudar a los niños más vulnerables en África, y partió a Ghana para realizar trabajos voluntarios junto a los menores de edad.

En este nuevo periodo fue cuando conoció al príncipe Carlos Felipe, tercero en la línea de sucesión al trono de Suecia. La pareja se vio por primera vez en un bar, donde el flechazo fue casi inmediato, por lo que no tardaron en iniciar un romance.

En junio del 2014, se comunicó públicamente el compromiso de Carlos Felipe y Sofía. “Tengo el increíble honor de estar comprometido con esta fantástica chica” señaló el Príncipe, quien describió a su entonces futura esposa como una mujer “inteligente, cálida, humilde”.

Se casaron en junio de 2015 y ya son padres de dos hijos.

Sofia y su familia
Sofia y su familia

Wallis Simpson

Eduardo VIII reinó por 325 días antes de renunciar a su título por amor, en 1936. Y es que Eduardo, conocido como David por su familia, siempre tuvo una actitud despreocupada e inmadura, además de ser un mujeriego empedernido.

El futuro rey mantuvo romances con decenas de mujeres casadas de la alta sociedad de Londres, hasta que, en 1931, una de ellas le presentó a quien se convertiría en el verdadero amor de su vida.

Wallis Simpson tenía 34 años y venía de una familia de clase media de Estados Unidos. La mujer no sólo estaba casada en ese momento, sino que antes ya se había divorciado de un oficial de la Marina, que abusaba físicamente de ella.

Poco a poco Wallis y el Príncipe fueron acercándose y haciéndose cada vez más amigos. Él estaba encantando con el carisma de la mujer y ella estaba fascinada con la oratoria de él.

En 1933 el romance entre “David” y Wallis ya era un secreto a voces, a pesar que ellos lo negaran y que ella seguía casada. Sin temor a romper reglas, al año siguiente partieron juntos a un crucero por la costa Dalmacia donde fueron fotografiados por los paparazzi de la época.

Cuando Eduardo ascendió al trono tras la muerte de su padre en febrero 1936, el príncipe estaba empecinado a casarse con Wallis a como diera lugar y sin importar todas las leyes que se lo prohibían.

Wallis y Eduardo
Wallis y Eduardo

En octubre de ese año, los trámites del divorcio de la mujer habían llegado a su fin gracias a su alegato de adulterio en contra de su marido. La noticia se informó ampliamente en la prensa internacional, lo que aumentó el asedio contra Wallis, por lo que tuvo que ser llevada a escondidas al sur de Francia.

A finales de ese año, el rey informó formalmente al Primer Ministro de la época, Stanley Baldwin, su intención de casarse con su amante. Baldwin le explicó las consecuencias que tendría tal decisión puesto que incluso el parlamento se oponía, por lo cual las únicas alternativa que le quedaba eran abdicar a su trono o terminar su relación.

El 10 de diciembre se concretó su renuncia y realizó una breve declaración para su pueblo, dando paso al reinado de su hermano Jorge VI -historia que vimos en la cinta El discurso del rey-.

“Tras larga espera, puedo al fin hacer una breve declaración auténticamente personal. No he pretendido ocultar nada, pero por respeto a la Constitución, hasta ahora no me ha sido posible hablar. Hace apenas unas horas cumplí mis últimos deberes como Rey y Emperador, y ahora que he sido sucedido por mi hermano, el duque de York, mis primeras palabras han de ser para proclamar mi fidelidad hacia él. Así lo hago con todo mi corazón”, comenzó diciendo.

Varios meses después de la abdicación de Eduardo, en junio de 1937, la pareja contrajo matrimonio en Francia y pasaron a ser los duques de Windsor, titulo concendido especialmente por Jorge VI. La boda se realizó el mismo día del cumpleaños del padre de Eduardo -lo que fue tomado como un agravio- y a ella no asistió ningún miembro de la familia real.

Eduardo y Wallis
Eduardo y Wallis

Rania de Jordania

Rania de Jordania es una de las mujeres mejor vestidas del mundo, pero también es una amorosa esposa y madre dedicada. Lleva 24 años casada con el rey Abdalá de Jordania, y cada vez que tiene la oportunidad, habla de lo afortunada y feliz que es con él.

Rania Al Yassin nació el 31 de agosto de 1970 y es de origen palestino. Sus padres que vivían en la pequeño aldea de Tulkarm, al norte de la actual Cisjordania, emigraron a Kuwait en busca de mejores oportunidades, y las encontraron, allí amasaron una gran fortuna.

Rania estudió Ciencias Empresariales en la Universidad Americana de El Cairo y luego se trasladó a Ammán, la capital jordana, donde encontró trabajo en una de las oficinas de Apple.

En 1992 conoció al hijo mayor del rey Hussein, Abdalá, a través de sus hermanas. Aunque él se enamoró de ella a primera vista, las cosas no fueron iguales para Rania. De hecho, en sus memorias, el rey aseguró que requirió mucho esfuerzo conquistar a la joven, pero que finalmente la convenció a punta de atenciones como bombones y cenas románticas.

Los reyes de Jordania en su juventud
Los reyes de Jordania en su juventud

Las cosas para la pareja eran sencillas, pues a pesar de ser un alto oficial del Ejército, Abdalá no estaba preocupado por heredar la corona, la que pasaría directamente a su hermano Hassan, cuando su padre falleciera. Por lo mismo, no fue un problema que desposara a una plebeya.

Sin embargo, la vida tiene muchas vueltas, y cuando la reina Noor, cuarta esposa de Hussein, presionó al rey para que dejara en el trono a Hamzá, hijo de la pareja, el monarca decidió optar por una solución intermedia.

En su lecho de muerte, en 1999, nombró a Abdalá como príncipe heredero. A los pocos meses él y Rania se convirtieron en reyes de Jordania, ante la sorpresa del mundo.

Desde el principio la reina se mostró decidida y con personalidad, lo que no le gustó al pueblo, quienes desconfiaban de ella y criticaban que su nombre apareciera en revistas de modas y que además se luciera con la cabeza descubierta en sus viajes.

Tampoco veían con buenos ojos que ella opinara en temas de educación, protección de la infancia, derechos de la mujer y diálogo interreligioso. Sin mencionar la importante presencia política que tenía en el palacio, algo que quedó confirmado con la filtración de documentos de Wikileaks.

Pero más allá de las críticas, y que incluso sea comparada con María Antonieta por sus excesivos gastos, Rania es una figura de clase mundial a quien el rey dice admirar de sobremanera.

Familia real jordana
Familia real jordana

Olivia Wilde

Puede que muchos se pregunten por qué la actriz Olivia Wilde está en esta lista, pues la respuesta es muy simple: estuvo casada con un príncipe italiano cuando sólo tenía 18 años.

En 2003, Wilde contrajo matrimonio con Tao Ruspoli, el hijo de un príncipe de una pequeña región italiana, lo cual la convirtió en princesa consorte. Su marido es el segundo hijo de Alessandro Ruspoli, un aristócrata que lleva el título de Príncipe de Cerveteri, un pequeño pueblo del norte de Lacio, Italia.

La relación de la pareja fue intensa y rápida, tras un año de conocerse, se fugaron y terminaron casándose en un autobús escolar pintado con solo un par de testigos.

Ruspoli nacido en Bangkok, Tailandia, es 10 años mayor que la actriz, y además es cineasta, músico y fotógrafo.

Olivia Wilde y Tao Ruspoli
Olivia Wilde y Tao Ruspoli

La relación duró ocho años, tras los cuales decidieron separarse, momento que coincidió con el despegue en el cine de la carrera de la actriz, quien comenzó a tener mejores papeles y guiones.

“Tenía la sensación de que el matrimonio impedía que creciese como persona”, confesó Olivia más tarde. “Creo que empecé a ser honesta conmigo misma. Al mirarte en el espejo y darte cuenta de que eres la persona más afortunada del planeta, que tiene una vida en la que todo parece perfecto, y que además la compartes con una persona extraordinaria y, sin embargo, ni él ni tú consiguen ser felices, te das cuenta de que algo falla”, agregó.

A los pocos meses de su divorcio, la actriz comenzó una relación con el actor Jason Sudekis, con quien tiene dos hijos.

Olivia WIlde y su familia
Olivia WIlde y su familia

Grace Kelly

Meghan Markle no es la única estrella de Hollywood que enamoró a un príncipe. En 1956, la bellísima actriz Grace Kelly contrajo matrimonio con el príncipe Rainiero III de Monaco.

La pareja se conoció cuando la actriz estaba rodando en Mónaco la cinta Atrapa a un ladrón. Durante una sesión de fotos fue presentada al heredero a la corona, quien quedó deslumbrado con la belleza de Grace.

Fue tal el flechazo que Rainiero decidió conquistarla, por lo que la cortejaba incluso cuando ella volvió a Estados Unidos para rodar El cisne. En ese periodo, la carrera de Kelly estaba en su mejor momento, incluso en 1954, con tan solo 25 años, ya había ganado un Oscar a la mejor actriz principal por The Country Girl.

Al poco tiempo, el príncipe regresó a EE.UU. para pedir la mano de la actriz, quien aceptó encantada. “De pronto, el príncipe era uno más del clan Kelly. Él y mi padre tenían el mismo apretón de manos. Compartían los mismos gustos deportivos. Durante cuatro años, el príncipe había luchado porque su pequeño reino fuera algo más que un casino. Ambos luchamos por nuestra cuenta y eso es lo que nos unió”, señaló Grace en una antigua entrevista.

Al aceptar casarse con un príncipe, la actriz debió tomar una difícil decisión: abandonar su carrera en Hollywood, lo cual hizo por amor.

 Grace y Rainiero.
Grace y Rainiero.

La pareja contrajo matrimonio el 19 de abril de 1956 en la Catedral de Mónaco. En la ocasión, Grace llevó un traje de novia diseñado por la estadounidense Helen Rose, el cual se convirtió en pieza icónica para el mundo de la moda.

La ceremonia contó con 600 invitados y estuvo marcada por el lujo, la decoración y la elegancia. Se le llamó la “boda del siglo”, fue retransmitida en los canales europeos y vista por más de 30 millones de espectadores.

​Tras la boda, Grace y Reiniero se dedicaron por completo a sus tres hijos y al país, el cual pasaba por un excelente momento económico gracias al impulso que dio su presencia al turismo. De pronto Mónaco se convirtió en un símbolo de lujo, riqueza y exclusividad, conceptos que se han mantenido hasta hoy.

Su relación, sin embargo, era muy demandante, especialmente para Grace. Su marido no permitía que la fotografiasen en el Palacio y prohibió que sus películas se emitieran en el principado. También rechazó por ella varios papeles que le ofrecieron durante el matrimonio.

A los 52 años, Grace sufrió un grave accidente automovilístico donde perdió la vida. La versión oficial aseguraba que la princesa había sufrido un ataque cardíaco mientras manejaba, sin embargo, surgieron muchos rumores que aseguraban que era la princesa Estefanía quien iba al volante, y que había sido la responsable del choque.

También se dice que la familia se reuniría ese día para dar un ultimátum a la joven por el pésimo comportamiento que tenía.

Reiniero nunca pudo superar la muerte de Grace, y no volvió a sonreír. El 15 de abril de 2005 fue enterrado junto a su esposa.

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