Wonder Woman (o La mujer maravilla) es el gran éxito cinematográfico del año, el cual ubicó a Gal Gadot entre los grandes nombres de Hollywood. Sin embargo, para conseguir el reconocimiento mundial, la actriz tuvo que hacer frente a injustos y sexistas comentarios.

Uno de ellos fueron las críticas a su cuerpo, pues a una parte de los fans del comic -en el que se basa la historia- no les parecía bien que la actriz que iba a interpretar a la heroína tuviese un cuepo menudo y un busto pequeño.

En una reciente entrevista con la revista Rolling Stone, la actriz se refirió al tema. “Les dije, ‘escuchen, si quieren que sea real, entonces -deben saber que- las amazonas tenían sólo un pecho. Exactamente, un pecho. Así que ¿de qué están hablando? ¿Que yo tengo pechos pequeños y un trasero pequeño? [Como si eso fuese] a marcar la diferencia"”, recordó la actriz.

Gadot hace referencia al mito que asegura que las guerreras amazonas se cortaban un pecho para poder tirar mejor al arco.

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Lo que pocos sabían es lo que ocurriría después. La actriz quedó embarazada y parte de las escenas las filmó con cinco meses de embarazo. “Cortamos el disfraz y tenía una pantalla verde en el estómago. Era muy divertido: la Mujer Maravilla con panza”, bromeó.

Para evitar que sus compañeros la trataran de manera diferente, o que la atención se dirigiera hacia otra parte, la actriz no quiso contar la noticia de inmediato. “Se debería dar por sentado que las mujeres hacen su trabajo, pero hay mucho camino que recorrer y mucho que reprogramarle a los dos géneros”, dijo.

Esto, entre muchas otras cosas, transformaron a la actriz en un ícono feminista, tema que suele salir a colación durante las cientos de entrevistas que ha debido dar en el último tiempo. “Lo que yo creo es que ‘Sí, por supuesto -soy feminista-. Toda mujer, todo hombre debería ser feminista. Porque quienquiera que no lo sea es un sexista"”, explicó.

Recordemos que la actriz aseguró que entrenó seis meses antes del rodaje, durante seis horas al día, ejercicios que fueron mucho más intensos que su propia estadía en el ejército de Israel.

“Dediqué dos horas al gimnasio, dos horas de lucha coreografiada y entre una hora y media o dos horas de montar a caballo, ¡y eso es muy complicado!”, comentó. “Te sorprenderías, es muy doloroso”, agregó.