En Chile, se han desarrollado diversas iniciativas en este ámbito, entre ellas el programa de educación financiera para todos y todas -realizado en conjunto al Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile-, la plataforma Sano de Lucas y Santander Life.

Banco Santander facilitó educación financiera a más de 716.000 personas en 2020 a través de los distintos programas que impulsa en esta materia en los países en los que opera, casi un 30% más que el año anterior.

La educación financiera es un pilar fundamental en su estrategia de banca responsable y apuesta por el empoderamiento financiero de las personas.

Sólo el año pasado consiguió que más de 3,5 millones pudieran acceder a servicios financieros básicos, obtener crédito a medida en un momento de dificultad económica o beneficiarse de formación financiera esencial.

El objetivo de Banco Santander –recientemente premiado por la revista Euromoney como el mejor banco en inclusión financiera del mundo- es empoderar a 10 millones de personas entre 2019 y 2025 y, a día de hoy, ha logrado ya el 60% de este objetivo.

Según el Banco Mundial, unos 1.700 millones de personas en el mundo aún no están bancarizadas, aunque la digitalización de los servicios financieros y el uso cada vez más extendido de la tecnología están incrementando notablemente los niveles de inclusión financiera.

Según coinciden los expertos, tanto la digitalización como la educación financiera van a estar en el centro de las estrategias para favorecer dicha inclusión, que contribuye de manera directa a siete de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030.

En este contexto, Banco Santander, además de comprometerse a dar acceso a servicios financieros básicos a colectivos vulnerables y financiación a medida para particulares y pymes con dificultades para obtener crédito, desarrolla numerosos programas de educación financiera para que todas las personas tengan acceso, en condiciones de igualdad, a una formación básica en finanzas y la capacidad de gestionar su economía, conocer los riesgos y tomar las decisiones más adecuadas a sus necesidades personales y familiares.

Según la OCDE, la educación financiera es “una combinación de consciencia, conocimiento, habilidades, actitudes y comportamientos financieros necesarios para adoptar decisiones financieras adecuadas y, en última instancia, alcanzar el bienestar financiero”.

En este sentido, las iniciativas de educación financiera que desarrolla e impulsa la entidad en los países en los que opera -más de 60 en 2020, financiadas con más de tres millones de euros – se desarrollan habitualmente tanto de forma presencial con talleres y cursos, como a través de formación online con webs específicas, herramientas, tutoriales o juegos.

Impulso de la educación financiera en Chile

En Chile, se han impulsado diversas acciones para apoyar a las personas con herramientas que les permitan ordenar y planificar sus finanzas personales. Una de ellas es Santander Life, que entrega “méritos” y “reconocimientos” a los clientes que tengan un buen comportamiento de uso y pago oportuno de sus productos.

Así también cuentan con el programa de educación financiera “Sano de Lucas”, a través del que se entregan consejos y herramientas de planificación para aprender y aplicar conocimientos que permitan que no exista el sobreendeudamiento de las personas.

Además, junto al Centro de Políticas Públicas UC, Santander realiza estudios y encuestas para conocer los niveles de entendimiento acerca de educación financiera que tiene la sociedad. También efectúa cursos y talleres para profesores, apoderados y alumnos que quieran aprender sobre estos temas, con el objetivo de aportar con conocimientos para que las personas puedan tomar decisiones financieras informadas. Las últimas iniciativas son los cursos “El Futuro es Ahorra”, dirigido a alumnos de diferentes colegios del país, y “Educación Financiera para todos y todas”.

Educación financiera en otros países

Estos proyectos se extienden a otros países de Europa, Latinoamérica y también EEUU. Por ejemplo, Reino Unido, donde el año pasado se impartieron talleres de formación antifraude desarrollados por empleados del banco; México, que impulsa cursos de educación financiera a través de ‘Tuiio, Finanzas de tú a tú’, actividades lúdicas, simuladores sobre finanzas personales o charlas sobre temas de educación financiera a través de sus Work Café y otras herramientas digitales.

En Argentina, con sus talleres formativos para clientes y no clientes a cargo de empleados voluntarios de la entidad o su ‘Kit de Educación Financiera inicial’ para los colectivos financieramente más vulnerables; Brasil, con sus cursos y herramientas de educación financiera online, su iniciativa Parceiros em Ação (Amigos en acción) que ofrece apoyo especializado para la educación financiera, o las charlas sobre la materia en colegios, impartidas por empleados Santander a través del programa ‘Escola’.

A esto se suman las alianzas que ha desarrollado Santander a nivel internacional para contribuir a la inclusión financiera en los mercados en los que está presente. Con la Alianza de Directivos del Sector Privado para la Inclusión Financiera – CEO Partnership for Economic Inclusion -, en 2020 se ha avanzado en iniciativas con gran potencial para ampliar el acceso a servicios financieros de manera escalable y acelerar la inclusión financiera a nivel global.