Desde hace unos años una tradición estadounidense comenzó a posicionarse en Chile, en especial en las familias con niños: Halloween.

La noche del 31 de octubre es común ver por las calles a familias disfrazadas pidiendo dulces por las casas.

Un estudio realizado por la empresa Bare International arrojó que un 63,4% está de acuerdo con la celebración; y quienes se disfrazan y compran dulces gastan $50 mil, aproximadamente.

¿Quiénes no celebran?

Respecto al 36,6% que no participa, según el estudio entre sus razones se encuentran variados motivos.

Los temores que aún se encuentran vigentes respecto a este tipo de celebraciones es que en la percepción general se encuentran relacionados a fiestas paganas donde se celebran espíritus malignos y demonios, por lo que se cree inapropiado enseñar estas costumbres a los niños.

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Pro Halloween

Respecto a que los niños salgan a pedir dulces por sus vecindarios, un 74% se encuentra de acuerdo y un 75% compra dulces para preparase en esta situación, incluso de aquellos que deciden no celebrar esta fecha el 39% decide comprar en caso de cualquier eventualidad.

Entre aquellos que tienen hijos, el 93,8% afirma que les permite salir a pedir dulces por las inmediaciones de sus hogares y un 89,6% los acompaña durante estas salidas.

Si bien el comercio tiene diversas opciones para celebrar durante estas fechas (incluyendo fiestas para los más grandes), se prefiere disfrutar de estas celebraciones en casas, precisa el estudio, donde existe una mayor confianza y ocupar un disfraz es mucho más fácil y no se sienten avergonzados.

¿En qué invierten?

En nuestro país los gastos no superan los $50.000 y se dividen de la siguiente manera:

-43,80% de los encuestados compra disfraces.
-93,80 gasta en golosinas.
-28,10% compra decoración.
-12,50% invierte en la preparación de fiestas.