El negocio de las propiedades clásicas y de lujo es de los más discretos en el rubro inmobiliario: por lo general sus dueños piden reserva y contratan a exclusivas corredoras para la comercialización.
En Ñuble, por ejemplo, está a la venta una casa colonial de al menos 100 años, emplazada en medio de decenas de hectáreas. En específico, está ubicada en la comuna de Ninhue, a menos de 1 hora de Chillán.
¿Su precio? Ni más ni menos que US$1.112.259, es decir, unos $753.689.610.
La comercialización de esta propiedad quedó en manos de la firma Sotheby’s International Realty, la cual publicó detalles de la casa: 1.200 metros cuadrados construidos (en un terreno de 16 mil m2), tiene 14 dormitorios, ocho baños y hasta una capilla.
A lo anterior se suma una cava, biblioteca, quincho y piscina.
En la descripción, se deduce que su dueño la vende con absolutamente todos los muebles y utensilios que hay dentro. “Cuenta con una gran cantidad de mobiliario, distribuidos en sus amplios espacios comunes, pasillos y numerosos dormitorios”, detalla.
Por último, se indica que la casa colonial está rodeada de “flora y fauna nativa, entre ellos 150 olivos franceses de 300 años de antigüedad” y que posee “potencial agrícola para la plantación de bosques, hortalizas y flores de corte” y tierra para trabajar la ganadería o construir invernaderos.
No es la única de este tipo
Cuando una propiedad de estas dimensiones -y precio- está a la venta, por lo general “tras ella hay herederos que no están dispuestos a financiar su mantención”, indicó a BioBioChile una fuente que conoce el mercado inmobiliario desde hace décadas; y que por su tipo de trabajo solicitó reserva de su nombre.
Sin ir más lejos, el pasado mes de junio se supo de una mansión en venta en la región de O’Higgins, avaluada en casi $20 mil millones, que tenía cancha de golf y un sinnúmero de comodidades.
¿Cuál era el principal motivo para venderla?: los hijos del empresario que había sido su dueño no estaban dispuestos a asumir los costos que implicaba mantenerla.
