Según los resultados de la última Encuesta Cadem, un 86% de los chilenos no cambiaría su medidor por uno inteligente aunque le paguen $10 mil por el antiguo.

En esa línea, solo un 12% aceptaría cambiarlo por tal monto en compensación.

No obstante lo anterior, un 86% declaró estar de acuerdo con la propuesta del Gobierno al respecto que la implementación sea voluntaria, aunque solo un 16% lo haría.

Los medidores inteligentes, según la encuesta, han sido un tema que el 95% de los encuestados han escuchado, “demostrando ser un tema de tremendo interés ciudadano”, indicaron.

“Es más, el concepto “medidores” ha estado presente como razón de desaprobación al presidente (Sebastián) Piñera durante las últimas ocho semanas, las de peor evaluación para el Mandatario”, indicaron en su última publicación.

En la misma línea, la aprobación de la gestión del Ejecutivo en materia energética energía cayó entre febrero y marzo de 51% a 35%, y hasta la cuarta semana de abril solo remontó 2%.

Sumado a lo anterior, la titular del ramo, Susana Jiménez, también ha visto una fluctuación en la aprobación a su trabajo y figura.

Según Cadem, su conocimiento por parte de la ciudadanía vio un alza de 20% entre febrero y abril (de 32% a 52%), pero su aprobación retrocedió 20%, de 59% en septiembre (último registro público) a 39% en marzo y abril.