Pese a los costos que implica el comprar por piezas un auto clásico, rearmarlo, restaurarlo y mantenerlo, la compra y la venta de estos móviles crece de manera sostenida en nuestro país.

Debido a que muy pocos logran la hazaña limitándose a su presupuesto original, llegando a desembolsar hasta $15 millones por auto, este hobby es sólo para quienes pueden costearlo.

Ahora, según consignó El Mercurio, quienes cuentan con el dinero suficiente para poder adquirir modelos nuevos que no necesitan ninguna refacción, éstos llegan a gastar hasta $200 millones en el extranjero.

Según admitió el responsable de Tuerca.cl, Alejandro Rademacher, el público que adhiere a este pasatiempo es efectivamente más reducido y desestimó que la actividad se vaya a masificar.

“Si bien las compras y ventas avanzan cada año, lo cierto es que no es una industria que que suba mucho”, dijo.

Al alto valor requerido se suma el tiempo necesario para poder dedicarse de manera efectiva a esta actividad, teniendo en cuenta que el proceso de restauración de una de estas máquinas puede variar entre los 5 y 10 años.

Los fanáticos de estos modelos no necesitan viajar al extranjero para poder conocer a otros aficionados o intercambiar piezas e incluso acordar la compra de móviles, ya que hay eventos, grupos de redes sociales y ferias especializadas para quienes practiquen este pasatiempo.