Importantes bancos y aerolíneas de Australia y Estados Unidos se encontraban entre los negocios impactados por un nuevo corte este jueves de los servicios en línea, vinculado a un problema del proveedor de servicios tecnológicos Akamai.

La interrupción se alargó durante casi una hora, tiempo durante el que los usuarios no pudieron acceder a las páginas web ni a las aplicaciones móviles de las compañías afectadas.

Entre estas figuraban importantes aerolíneas como las estadounidenses Delta, American, United o Southwest y la australiana Virgin Australia, así como el principal banco del país oceánico Commonwealth Bank.

“Estamos al corriente del asunto y trabajamos activamente para recuperar el servicio lo antes posible”, dijo un portavoz del proveedor estadounidense Akamai, identificado por los afectados como origen del corte.

Las interrupciones se detectaron en hora de Sídney y afectaron al servicio postal de Australia y numerosos bancos del país como Commonwealth, ANZ, Westpac o ME Bank, que tenían problemas con sus aplicaciones móviles o productos bancarios en línea.

Clientes de varios bancos regionales indicaron que los servicios en línea de sus entidades no funcionaban.

La aerolínea Virgin Australia indicó que era “una de las numerosas organizaciones afectadas por los problemas del sistema de difusión de contenidos de Akamai”.

La semana anterior, un error de software en el suministrador de servicios informáticos estadounidense Fastly provocó problemas en sitios de internet de instituciones como la Casa Blanca o el gobierno británico, medios como el New York Times, Le Monde o BBC y empresas como Amazon o Reddit.

Akamai ofrece un abanico de productos informáticos para mejorar el funcionamiento y la seguridad de las webs de sus clientes.

La compañía no especificó el origen del problema, aunque una de sus clientes afectados indicó que usaba los servicios de Akamai para la “autentificación de red”.

Si bien no existen indicios de que estos problemas hayan sido causados por agentes malignos, este llega en un momento de preocupación por la ciberseguridad en muchas compañías tras una serie de ataques informáticos.

El oleoducto estadounidense Colonial Pipeline fue cerrado temporalmente tras un ataque en mayo y JBS, el mayor productor cárnico del mundo, se vio forzado a detener sus operaciones en Estados Unidos y Australia.

Ambas firmas reconocieron haber pagado un rescate para poder reanudar su actividad.