Tras 38 años de historia, La Caserita, distribuidora mayorista, cierra sus 15 locales a lo largo del país. Corresponde a una de las quiebras causadas por la crisis económica de la pandemia y las repercusiones de la crisis social de octubre de 2019.

La distribuidora, propiedad de la familia Rivas-Struque, informó mediante un comunicado que la reorganización concursal había fracasado, y el complejo estado financiero – con deudas por $19.393 millones – hacía inviable su funcionamiento.

“Lamentablemente, no se logró el acuerdo requerido para la continuidad de La Caserita, por lo tanto desde hoy viernes 29 de enero nuestros 15 locales se encontrarán cerrados. Imposible recibir una noticia tan dura sin pensar en nuestros trabajadores, proveedores y clientes que nos acompañaron por casi 40 años de trabajo. Agradecemos a cada uno por la confianza entregada y su preferencia”

La Caserita

Luego de que el 30 de octubre pasado se acogieran a la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, la junta de acreedores se reunió ayer al medio día para estudiar la segunda propuesta de reestructuración de la compañía. Luego de 30 minutos de conversación, no hubo un acuerdo.

Según la votación, entre los 35 acreedores que rechazaron la propuesta – que poseían créditos superiores a $10 millones – estaban Banco Santander, BancoEstado, Banco Internacional, Itau Corpbanca y BCI.

Otros proveedores que no aprobaron la reorganización fueron CMPC, Empresas Carozzi, Lucchetti Chile S.a:, Tissue, Enilever Chile Limitada e Iansa Alimentos.

La magistrada del 29º Juzgado Civil de Santiago, María Laura Gjurovic, declaró la liquidación de La Caserita y designó a la liquidadora Ximena Vera para asumir la quiebra.

“Adviértase al público que no debe pagar ni entregar mercaderías a la empresa deudora, bajo pena de nulidad de los pagos y entregas y que aquellas personas que tengan bienes o documentos que le pertenezcan, deberán ponerlos a disposición del Liquidador, dentro de tercero día”, consignó la resolución.

Según informó La Tercera, la razón del rechazo era el bajo monto que abonaba la empresa a sus acreedores, quienes no estaban dispuestos a entregar un nuevo periodo de gracia por 12 meses. Por otro lado, las metas de ventas eran muy altas.

Según el informe de la veedora Daniela Camus expuesto en el tribunal, en 2022 la empresa tendría que vender sobre $40.000 millones y $45.000 al año siguiente. Actualmente los ingresos de La Caserita rondan los $1.000 millones.