Las salmoneras se oponen al proyecto que modifica la Ley 18.892, cuerpo legal que regula la pesca y acuicultura, cambio que las obligaría -entre otras cosas- a retirar las capas de excremento acumulado debajo de sus centros de cultivo.

Según consignó Undercurrent News, una de estas empresas es Nova Austral, que en su página web dice ofrecer “la única fuente de salmón sustentable cultivado en las aguas prístinas y heladas de la Antártica, en un entorno único y aislado, para entregar una nueva marca de productos premium de alta calidad”.

De acuerdo a su gerente, Nicolaides Nicos, la medida “no reconoce que estos sedimentos son materia orgánica y que éstas son eventualmente buenas, aunque pueden transformarse en un problema cuando son muchas, excediendo la capacidad del medio para degradarlas”.

“Sería peor que asumiera que son malas, sólo transferirá el problema a otro lugar. Además, asume que otros cultivos, como los choritos y las ostras, no producen heces”, lamentó el ejecutivo.

En esa línea, según consignó Salmon Expert, las indicaciones ingresadas por los diputados Boris Barrera (PC), Camila Rojas (PH), Jorge Brito (PRD) y Alexis Sepúlveda (PRS) esperan lograr que las concesionadoras traten el material acumulado en el período de descanso establecido por Sernapesca.

Sumado a lo anterior, esperan consagrar por Ley la realización de estudios financiados por las mismas empresas, con una inversión no menor al 3% de sus utilidades, para medir el impacto de sus faenas en el medio ambiente.

La Cámara de Diputados, en tanto, ya aprobó la idea de legislar esta modificación al cuerpo legal.