Hasta las oficinas de la Fiscalía Nacional Económica llegó el gerente general de la empresa Cleaner, Pedro Pablo Vicente, para entregar nuevos antecedentes de su denuncia en contra de la compañía Unilever en la denominada “guerra de los detergentes”.

La compañía que comercializa los productos BioFrescura acusa incumplimiento del acuerdo firmado ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia en 2014, cuyo objetivo era mejorar las prácticas comerciales y aumentar la competencia.

Vicente aseguró que Unilever está impulsando la aniquilación de los pequeños y medianos empresarios a través de promociones que son incapaces de contrarrestar.

Una denuncia en contra de Unilever (distribuidora de las marcas Omo, Drive y Rinzo, entre otras) que se suma a la que presentó el mes pasado la empresa Maritano, fabricante y comercializaradora de los detergentes Popeye.

El gerente general de la firma, Pablo Maritano, quien también declaró ante la FNE el 12 de julio, indicó que a su juicio lo óptimo para frenar esta arremetida monopolizadora es que el resto de las empresas pequeñas que también firmaron este acuerdo de solución amistosa recurran ante la Justicia.

Para el abogado y director del Centro de Regulación y Competencia de la Universidad de Chile, Francisco Agüero, el eventual incumplimiento de este acuerdo no debería presentar dificultades para acreditarse; no así la denuncia sobre prácticas predatorias que podría extenderse por un período más largo.

A cuatro años de haber firmado el acuerdo conciliatorio, las compañías que acudieron ante la FNE denuncian desconocer las conclusiones y la metodología del informe que elabora el Centro de Libre Competencia de la Universidad Católica; ente encargado de fiscalizar que Unilever cumpla lo acordado.