El Banco Santander se quedó sin poder ingresar a la propiedad de Servipag, por instrucción de la Fiscalía Nacional Económica (FNE).

El 26 de octubre del año pasado había sido notificada una operación que contemplaba el ingreso de Santander como nuevo socio de la empresa que hoy pertenece en partes iguales al Banco de Chile y al Banco de Crédito e Inversiones (BCI), de tal manera que cada entidad bancaria fuese dueña de un tercio de la propiedad de Servipag (Sociedad de Recaudación y Pagos de Servicios Limitada).

La FNE informó que llevó adelante una investigación destinada a “determinar los riesgos que podría provocar esta operación, realizando un análisis de participaciones de mercado y de índices de concentración a partir de distintas definiciones de mercado relevante, y evaluando la presión al alza en precio, basada en la cercanía competitiva de las empresas y servicios involucrados”.

En definitiva, la Fiscalía concluyó que “la entrada de Santander en la propiedad de Servipag hubiese reducido sustancialmente la competencia en los mercados de recaudación digital y botones de pago, y determinó que existen riesgos coordinados, lo que no habría sido suficientemente compensado, ni por las eficiencias que argumentaron los bancos, ni por las medidas de mitigación que éstos ofrecieron, como se explica en el informe y en la resolución de archivo, cuyas versiones públicas están siendo elaboradas”.

Destacan que ésta es la segunda vez que la autoridad de competencia chilena prohíbe una concentración entre empresas, desde la entrada en vigencia del nuevo sistema de control obligatorio de fusiones, luego de la prohibición de la adquisición de Nutrabien por parte de Ideal en mayo pasado.

Pese a lo determinado, la decisión de la FNE puede ser reclamada por las partes ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.