La administración de la Minera Escondida respondió al petitorio entregado por el sindicato el 1 de junio, sin conceder los bonos solicitados ni reajustes salariales al término de la negociación.

En vez de esto, mantendrían lo pactado en el último proceso de negociación colectiva de 2013, sin cláusulas transitorias como el bono de término de negociación, y ofreciendo sólo mejoras en planes de egreso para los trabajadores que quieran salir de la compañía, según lo recogió La Tercera.

La respuesta, por lo tanto, es muy lejana a lo que el sindicato esperaba conseguir, ya que en su petitorio solicitaron un bono por término de negociación que podría llegar a los $25,9 millones para cada uno de los 2.500 trabajadores sindicalizados.

Ésta habría sido la suma más alta reportada en la minería privada chilena por ese concepto.

La directiva del sindicato, por lo tanto, indicó que se encuentra analizando la respuesta de la administración, por lo que el 14 y 15 de junio informarán a las bases mediante asambleas.

Luego, según la misma dirigencia de los trabajadores, a partir del 18 de junio la administración de la minera podrá comenzar las conversaciones directas, oportunidad que el sindicato usará para presentar su postura.

A través de un comunicado, Escondida indicó que “espera que las diversas temáticas de interés sean ahora dialogadas en la mesa de negociación para poder llegar a un acuerdo de beneficio mutuo y así abordar algunas materias como BTN o reajuste, no contempladas en esta respuesta”.

Los trabajadores aseguraron también que aunque no quieren llegar a una nueva huelga, no la descartan.

Otras solicitudes

En paralelo, el sindicato reclamaba el pago de 15 mil UF (unos $406 millones) para el reacondicionamiento de las sedes sindicales, la construcción de una cancha de fútbol y la habilitación de departamentos en Santiago o Antofagasta para sus socios que lo requieran.

Asimismo, subrayaro que los acuerdos colectivos que alcancen sólo sean para los trabajadores sindicalizados.

En 2017, el Sindicato N°1 de Minera Escondida encabezó el primer semestre una huelga que se extendió por 44 días y que concluyó sin un acuerdo con la empresa. Las pérdidas fueron evidentes: US$184 millones, siendo que en el mismo período de 2016 la compañía alcanzó ganancias de US$265 millones.

Después de esa movilización, los trabajadores decidieron extender el contrato vigente a esa fecha por 18 meses.