Si bien la industria minera siempre se ha caracterizado por ser uno de los sectores en donde sus trabajadores están más expuestos a sufrir accidentes laborales, debido a existencia de factores alternos como la altura, en el último año las empresas han logrado disminuir significativamente las cifras a través de una serie de medidas. Según el Balance Anual de Accidentes Mineros, la tasa de accidentabilidad disminuyó en un 30% en el 2017, siendo el menor índice desde hace más de una década.

Pilar Cruz, Senior Consultant ‑ Mining Division de Michael Page, explica que existe una reducción sostenida en accidentes fatales y no fatales, pues si bien hace cinco años el indicador era de 2.62 , hoy alcanza un 1.6. En ese sentido, la experta señala que algunas de las principales medidas que se han tomado para mejorar las condiciones de sus trabajadores son: la realización de los exámenes preocupacionales pertinentes para ver si los candidatos están aptos para desempeñarse en zonas con algún grado de altura geográfica, el mejoramiento de los Elementos de Protección Personal (EPP) para enfrentar las condiciones de los distintos climas y faenas, y el acondicionamiento con oxígeno en los campamentos para que estos puedan tener un buen descanso.

Lo anterior, según Cruz, debe ir acompañado de la creación de una cultura de seguridad entre los colaboradores y también exigir a las compañías proveedoras que cumplan con estos requisitos fundamentales. De esta forma se evitan los accidentes de trayecto, y se establecen políticas y procedimientos para que los empleados no se expongan a peligros innecesarios.

Pese a que Chile está bien catalogado por sus altos estándares de seguridad en la industria minera, la experta afirma que aún queda mucho por hacer y avanzar. “Existen otros países como Australia y Canadá donde los conceptos de seguridad y salud ocupacional no son los únicos temas importantes. En muchos casos sus estructuras organizacionales son más livianas en comparación a nuestro país y esto es debido a que culturalmente ya han adquirido el concepto de autocuidado, a diferencia de nuestro país. Acá hay que estar constantemente recordándoles a los trabajadores que sus vidas son valiosas, que la seguridad es lo primero ante todo y no sólo un comportamiento que deben cumplir por cumplir”, explica Cruz.

En ese sentido, la experta señala que la responsabilidad es compartida entre las compañías y los trabajadores, y que existen dos aristas en las que aún se debe continuar trabajando intensamente. Una de estas es realizar con mayor periodicidad los exámenes ocupacionales, ya que estos solo tienen vigencia de un año y, según las estadísticas que maneja Michael Page, del total de los candidatos que deben someterse a exámenes preocupacionales para poder ser contratados, más del 65% no los aprueba o presenta observaciones.

Entre los principales problemas se encuentran colesterol alto, diabetes, presión, triglicéridos, sobrepeso, entre otras que pueden desencadenar en un escenario fatal si no es tratado. Así, Cruz sugiere que debiese realizarse un seguimiento cada 6 meses para ver si los profesionales se mantienen en condiciones óptimas para trabajar.

El segundo punto a considerar, a nivel de compañía no solo se deben hacer planes y tener asesores encargados para ver si se cumplen o no los reglamentos , sino que se debe vivir la seguridad y salud ocupacional día a día con el trabajador.

Jorge Muse, Senior Account Manager de Motorola Solutions Chile asegura que “cada vez con mayor fuerza las principales compañías mineras globales buscan asociarse a líderes en comunicación, porque necesitan de un monitoreo 24/7 de sus faenas, en cualquier momento y lugar. Trabajo que debe incluir herramientas de captura y análisis de datos de última generación y servicios gestionados integrales para ayudar a garantizar un entorno de trabajo más seguro y eficiente, incluso tiempos de respuestas acotados”.

En ese sentido, el experto que explica que “la presión de la productividad por la demanda mundial de minerales exige a las compañías implementar medidas de seguridad, en pos de sus trabajadores y comunidad, con la finalidad de seguir siendo eficientes. Invertir en la solución de comunicación adecuada es vital para el éxito y la competitividad de estas empresas. En este escenario, las operaciones mineras optimizadas de hoy, necesitan más que sólo un sistema confiable de comunicaciones, sino que además requieren de un servicio de extremo a extremo que incluya dispositivos, aplicaciones, accesorios y otras herramientas que se combinen a la perfección para proporcionar un entorno seguro.

Así, las operaciones en las minas muchas veces dependen de la tecnología, es por ello que una comunicación sin interrupciones podría evitar accidentes mayores, si se informa oportunamente o incluso puede salvar mitigando los riesgos de accidente relacionados con la operación minera.