Desde el jueves 1 de febrero, todas las empresas del país deben emitir sus facturas en formato electrónico. Así se pone fin a un proceso gradual de obligatoriedad, que partió en noviembre de 2014, y que concluye con la incorporación del último tramo de contribuyentes: las microempresas rurales, con ventas e ingresos anuales menores a 2.400 UF.
 
Con la culminación de este hito, normado por la Ley N° 20.727 de 2014, todas las empresas del país deben emitir su documentación tributaria de manera electrónica, puesto que los contribuyentes de las regiones de O’Higgins, Maule, Bío Bío y La Araucanía -exceptuados por pertenecer a áreas que fueron declaradas en algún momento zonas de catástrofe- terminaron su prórroga en enero pasado.

El uso de Facturas Electrónicas tiene importantes ventajas para las empresas, ya que elimina el timbraje en oficinas del SII, disminuye sustantivamente los costos en el proceso de facturación y los tiempos de emisión y recepción de documentos, permitiendo un aumento en la productividad y competitividad de la empresa.

Junto con lo anterior, genera ahorro en impresión, despacho y almacenamiento de documentos tributarios. Un dato no menor es que también permite diferir el pago del IVA del día 12 al 20 de cada mes, si es que se paga a través de la opción en línea disponible en el sitio web del Servicio.
 
De acuerdo con Ricardo Pizarro, Subdirector (s) de Asistencia al Contribuyente, recalcó todos aquellos contribuyentes que cumplen los requisitos de ser facturadores electrónicos -y que aún no se han inscrito- no podrán emitir documentación tributaria en papel a partir de esta fecha, porque no tendrá validez legal.
 
“A partir del 1 de febrero todas las facturas, facturas no afectas o exentas, notas de crédito, notas de débito, facturas de compra y liquidaciones de facturas deben ser emitidas únicamente en formato electrónico, pues su emisión en papel carecerá de toda validez legal”, explicó.
 
A la fecha, existen en 701.282 contribuyentes que son facturadores electrónicos. De ellos, 631.757 operan con el sistema gratuito disponible en el sitio web del SII y alrededor de 69.525 utilizan un sistema propio o de mercado.
 
Para quienes aún no han hecho el cambio, el paso de factura de papel a electrónica no es automático, pues el contribuyente debe inscribirse previamente. Por su parte, los obligados a facturar electrónicamente que continúen con la emisión de documentación en papel se exponen a una multa, por cada documento emitido, que puede variar entre 1 UTM ($47.066) y 12 UTM ($564.792).