Es uno de los componentes clave en la nueva generación de baterías recargables y su oferta está dominada por la República Democrática del Congo. En el último año, su precio se ha cuadriplicado en comparación a otros metales, lo que ha generado el interés tanto del sector privado como de gobiernos alrededor del mundo. ¿De qué hablamos? Del cobalto.

Desde Chile ya se toman cartas en el asunto: la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) pretende entrar en el mercado del cobalto y ya se reunió con empresas en Europa, entre ellas Samsung SDI y Umicore SA, consignó el Diario Financiero.

El vicepresidente de Corfo, Eduardo Bitrán, anduvo en esa gira por el viejo continente y a su regreso descubrió que entre 1844 y 1941 se extrajeron 7 millones de toneladas del metal en nuestro país. De esa manera, la estatal inició una campaña que tiene como principal objetivo determinar la cantidad disponible en Chile para explotación.

Por su parte, First Cobalt Corp. se fusionará con dos empresas más a modo de crear el explorador de cobalto “más grande del mundo”.

El cobalto es un “metal de nicho, (que) está superando a nombres de más peso como el cobre y el litio, lo que ha estimulado la búsqueda de nuevos yacimientos desde Idaho hasta Chile”.

De acuerdo al medio, la demanda de este metal aumentará en un 34% hacia 2026, de la mano de un mayor uso de autos eléctricos en la flota mundial.

El déficit a nivel global en relación al mineral asciende a las 5.500 toneladas, según datos de CRU Group.

Así, un mineral que era utilizado para teñir cerámica de azul, hoy ocupa un sitio de preponderancia en la industria y la tecnología mundial, perseguido y añorado por empresas como Tesla y Apple.