El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, sigue sorprendiendo con sus anuncios de aranceles a diferentes productos.
En esta ocasión, mediante un posteo en Truth Social, dejó entrever que gravará las importaciones de productos agrícolas, haciendo un llamado a los grandes agricultores estadounidenses a “prepararse para comenzar a producir mucho más para venderlo DENTRO de Estados Unidos”.
Por ello, y tal como sucedió con las amenazas de aranceles al cobre, dentro de Chile ya comienza a realizarse un análisis del posible impacto del anuncio.
Trump anuncia aranceles agrícolas: reacciones desde Chile
Según cifras del Ministerio de Agricultura, Chile exportó a EEUU productos silvoagropecuarios por US$3.966 millones FOB. En los últimos cinco años, la potencia norteamericana ha terminado por concentrar el 20% del valor de todas las exportaciones.
Los principales productos son frutas frescas, y en especial los cítricos, la uva de mesa y arándanos. De todo el valor de frutas frescas, un 26% va a parar a EEUU.
El 50% de la fruta procesada también es comprada por EEUU. Otros productos importantes son los vinos y la carne de aves.
Al revés, EEUU es el cuarto exportador silvoagropecuario de Chile, con US$802 millones CIF durante el año pasado. El país destaca como tercer proveedor de cereales, siendo el primer de trigo.
Bajo todo este contexto, es que el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, confirmó a La Radio que el canciller Van Klaveren y la Subsecretaria de Relaciones Económicas, Claudia Sanhueza, convocaron al Consejo Exportador.
Sin embargo, Valenzuela afirmó que si bien existen cursos de acción, “todo esto -los aranceles- es hipotético”, agregando que Chile y EEUU poseen “202 años de una relación diplomática fecunda, por cierto con altos y bajos”, además de poseer un Tratado de Libre Comercio.
“Nuestras economías son muy complementarias. Nosotros le exportamos semillas de formas muy significativas (…) y a su vez, nosotros importamos trigos, legumbres. Así como le exportamos carnes blancas, le importamos carnes blancas y quesos”, afirmó el Ministro de Agricultura.
“Esperamos que no existan nubarrones en esta fecunda relación”, concluyó la autoridad.
CPC y SNA
La presidenta de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Susana Jiménez, dijo durante esta jornada que las tensiones comerciales de EEUU son de preocupación, y que “una guerra arancelaria es algo que no beneficia a nadie, ni siquiera al pueblo norteamericano, en el sentido que el proteccionismo redunda en precios más caros y una ineficiencia en el aparato productivo”.
En este último sentido, la representante del gran empresariado apuntó a que la falta de competencia externa puede llevar a una falta de mejora en la eficiencia de las empresas.
“Nos preocupa que esto genere una escalada entre China y EEUU, considerando que ambos son nuestros principales mercados de exportación. Cualquier efecto que eso tenga en el dinamismo de esas economías, tiene un impacto en los distintos sectores chilenos”, advirtió Susana Jiménez.
En ese contexto, la presidenta de la CPC señaló que están participando en un comité junto a Cancillera “para adelantarnos a posibles acciones”.
Finalmente, está la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), cuyos socios se verían especialmente involucrados por los aranceles anunciados por Trump.
Por ello, el presidente del gremio y exministro de Agricultura, Antonio Walker, sentenció que si bien Chile podría verse afectado, “en definitiva, afecta al consumidor americano, incluso al consumidor americano más vulnerable, que le va a costar una parte importante de su presupuesto en alimentación”.
“Para Chile, es un tema. Cuando a uno le ponen impuestos por nuestra propia producción en los mercados de destino, es un tema. Además, EEUU es un socio comercial muy relevante”, agregó Walker.
Con todo, el dirigente gremial afirmó que el anuncio es “muy mediático” y que, en caso de enfrentar barreras arancelarias, el punto clave es la “diversificación”, donde el país posee una ventaja.
“Chile no produce en la misma época que EEUU. Por lo tanto, en lo que es productos frescos no somos competencia. Esto afecta más a productos no perecibles como la agroindustria, vinos, productos que se pueden almacenar. Creemos que no es buena medida, porque al final el que sufre es el consumidor americano, porque estos impuestos se traspasan a precio”, advirtió el presidente de la SNA.