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El Gobierno laborista de Keir Starmer planea otorgar a los británicos el derecho a solicitar trabajar cuatro días a la semana en vez de cinco, promoviendo el empleo flexible, con la condición de que se cumplan las horas laborales completas para recibir el salario total, permitiendo comprimirlas en los cuatro días laborales. Se espera que los detalles de este plan se den a conocer la próxima semana durante el curso parlamentario, formando parte de un proyecto de ley sobre derechos laborales. El Ministerio de Comercio y Negocios destacó que cualquier modificación en la legislación laboral será consultada en colaboración con las empresas. Actualmente, los empleados tienen derecho a solicitar trabajo flexible, pero los empleadores pueden rechazarlo en circunstancias particulares, como si implica costos adicionales para la empresa.
