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El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, reveló que unas 16.994 viviendas sociales están pendientes de entrega por problemas en instalaciones eléctricas, instando a las distribuidoras a cumplir con los plazos. Durante una sesión en comisión del Senado, se abordó el seguimiento de 61 proyectos con demoras, destacando CGE y Enel como las empresas con más eventos relacionados. Montes subrayó la importancia de resolver las dificultades eléctricas, que generan retrasos de hasta 10 meses, afectando a familias y constructoras. En respuesta, Enel se mostró abierto a mejorar coordinaciones y plazos de ejecución.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, aseguró que existen 16.994 viviendas sociales que aún no pueden entregarse, debido a demoras y dificultades en la implementación del suministro eléctrico, por lo que llamó a las distribuidoras a cumplir con los plazos establecidos.
Entre los problemas señalados está la conexión de viviendas, retiro de postes, factibilidad u otros eventos relacionados.
Tal emplazamiento surgió en el contexto de una sesión de la Comisión de Vivienda y Urbanismo del Senado, donde también estuvo el gerente comercial de Enel, Manuel Daza, quien señaló que mediante “una mejor coordinación con la constructora, a través del Serviu, podría ayudarnos a mejorar nuestros plazos”.
Miles de viviendas sociales sin entregar
En su presentación, Montes detalló que son 61 los proyectos que tienen seguimiento por demoras.
Y según datos de la División Técnica del ministerio, entregados por el director (s), Marcelo Soto, “CGE (46%) y Enel (29%), son las que más eventos presentan con relación a los proyectos en seguimiento”.
“Es importante destacar que los proyectos de CGE se distribuyen en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Metropolitana, O’Higgins y Maule. ENEL, por su parte, se concentra solo en la RM. El resto de los casos corresponden a Chilquinta (15%) y Enerquinta (10%)“, añadió Soto.
Llamado a empresas eléctricas
El ministro Montes sostuvo que “para nosotros el tema eléctrico es fundamental en el avance de los proyectos”, y si bien en algunas regiones se observan progresos, hay algunos conjuntos que tiene ocho o incluso 10 meses de retraso.
“Esto tiene un problema, un costo para las familias por todo lo que representa, pero además, tiene un costo financiero para las constructoras. Yo quiero ser muy claro. Para las constructoras representa no poder recibir el saldo final de terminado el proyecto”, apuntó el jefe de la cartera de Vivienda.
Por ello, es que hizo el llamado a las empresas para que den prioridad a aquellos proyectos habitacionales que presenten problemas en sus instalaciones eléctricas.
Como respuesta, el gerente comercial de Enel indicó que “lo que podemos, y siempre se puede mejorar, son las coordinaciones. Y tal vez podríamos comprometernos, incluso, a mejorar nuestros plazos de ejecución, en la medida también que podamos entrar a trabajar. Cuando uno entra a una construcción, un sitio de construcción, hay mucho riesgo”.
