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El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) en Estados Unidos registró en mayo un aumento interanual del 2,6%, una décima menos que en abril, según la Oficina de Estadísticas Económicas. La inflación subyacente, excluyendo energía y alimentos, también experimentó una leve reducción de dos décimas llegando al 2,6%. A pesar de estar en línea con las expectativas de los analistas, este dato muestra una lenta evolución hacia el objetivo del 2% de la Reserva Federal, que aún mantiene una política monetaria con tipos altos y contempla una posible bajada de tipos de interés este año. En mayo, los precios de servicios aumentaron un 3,9% y los de bienes un 0,1%, con el aumento de precios en alimentos (1,2%) y energía (4,8%). Este índice, crucial para la política monetaria de EE.UU., refleja el comportamiento de los consumidores cuyas compras representan la mayoría de la actividad económica del país, siendo uno de los indicadores clave que la Reserva Federal considera junto con la inflación subyacente, el desempleo y el producto interno bruto (PIB).