Las remesas que envían los migrantes latinoamericanos hacia sus países de origen crecieron 6,5% en 2020 sobre el año anterior a 103.000 millones de dólares pese a la pandemia, según un informe publicado este miércoles por el Banco Mundial.

“Parece como que no hubiera habido crisis”, dijo Dilip Ratha, el principal economista del Banco Mundial experto en Migración y Remesas, quien señaló que el monto de remesas hacia América Latina fue una “sorpresa”.

Ratha señaló que sin estas ayudas los niveles de pobreza habrían sido aún peores, al igual que la inseguridad alimentaria en países como Honduras o Nicaragua.

El economista destacó que esta fortaleza también permitió financiar gasto en salud de las familias, algo fundamental en medio de una crisis como la pandemia.

Según el informe del BM “los flujos de remesas han mantenido más resiliencia en Latinoamérica en comparación a otras regiones del mundo y en relación a muchos otros tipos de flujos de recursos como la inversión extranjera directa”.

“En tiempos de crisis económica y desastres (naturales), los trabajadores migrantes ahorran y envían una mayor porción de sus ingresos que en tiempos normales”, constató el Banco.

En el mundo, en tanto, los flujos de remesas cayeron 1,6%, una cifra que es sin embargo inferior “a lo proyectado inicialmente”.

“Las remesas registradas oficialmente hacia los países de ingresos bajos y medios sumaron 540.000 millones en 2020, sólo un 1,6% por debajo del total de 548.000 millones de 2019”, indicó el Banco.

En el mundo, el país que recibe más remesas es India, seguido de China, México, Filipinas y Egipto.

En cambio, si se toma en cuenta lo que representan estas remesas en relación con el producto interno bruto, los cinco países donde este flujo es más importante son Tonga, Líbano, Kirguistán, Tayikistán y El Salvador.

Envíos dispares hacia América Latina

En el análisis de los envíos de remesas a América Latina se observan dos tendencias distintas: las de los migrantes asentados en Estados Unidos que mantuvieron sus transferencias, y la de los emigrados a España y a otros países de la región que restringieron las ayudas.

El Banco Mundial explicó que una de las razones de este fenómeno es el paquete de estímulo implementado por Estados Unidos, ya que en este país muchos migrantes tienen estatutos legales que les permiten trabajar y recibir las ayudas directas en efectivo otorgadas por el gobierno norteamericano.

Un caso paradigmático es el de México, donde la crisis por la pandemia pareció no tener efecto en el flujo de remesas.

Los envíos registraron un alza de 9,9% en 2020, un aumento que según el Banco Mundial se debe a la aguda depreciación del peso frente al dólar en los primeros meses del año pasado.

México recibió en 2020 unos 40.606 millones de dólares por remesas según cifras oficiales mexicanas, monto que permitió a las familias resistir el golpe económico del coronavirus.

El monto promedio por envío subió hasta 370 dólares mensuales en 2020, según el banco central Banxico, que reportó que en marzo pasado las remesas tocaron un récord histórico de 4.151 millones de dólares.

Muchos trabajadores mexicanos están empleados en sectores considerados esenciales en Estados Unidos y se mantuvieron trabajando durante los confinamientos.

En el caso de España -que alberga a un 10% de los migrantes latinoamericanos en el mundo- los envíos cayeron un 16% en el caso de Bolivia, un 12,4% en el caso de Paraguay y un 11,7% para Perú.

En tanto, los envíos de dinero por parte de migrantes desde la región bajaron un 20%.

Para 2021 y 2022 las perspectivas para Latinoamérica son positivas y se espera un alza de 4,9% y 4% respectivamente de los envíos de dinero.

En tanto, globalmente el Banco espera un aumento de 2,6% en 2021 a 553.000 millones y un incremento de 2,2% en 2022 hasta alcanzar los 565.000 millones.