Fuertemente impactada por la pandemia del covid-19 se ha visto la industria de los buses que realizan viajes comunales e interregionales, siendo uno de los rubros más afectados por el retroceso a fase 2 en la región Metropolitana.

Teniendo en cuenta que en esta fase sólo se permite viajar a personas que van a funerales, que trabajen en una empresa esencial y a ciudadanos que tengan que trasladarse por problemas de salud, se ha visto bastante restringida la movilidad.

Desde la Fenabus lamentaron las cifras negativas.

Grandes empresas de la Federación que antes hacían hasta 700 salidas diarias, han llegado a hacer solo siete viajes diarios durante la pandemia.

Cuando se levantaron algunas restricciones llegaron a funcionar con el 20% de la flota, pero con el retroceso a fases más restrictivas volvieron a funcionar a un 3% de su capacidad.

Hoy por hoy, algunas empresas tienen miles de buses detenidos.

El presidente de la Asociación, Marcos Carter, pidió ser más escuchado por las autoridades.

En tanto, desde la Asociación de Buses Interprovinciales, Internacionales e Industriales, conocida por sus siglas ABI, las cifras y proyecciones son desoladoras.

Durante la pandemia han registrado pérdidas de hasta un 80% y han funcionado con sólo un 10% de la flota operativa y, de ese total, los buses hacían viajes con sólo un 30% de capacidad.

Desde la agrupación comentaron que con el retroceso a Fase 2, sólo la semana pasada se devolvieron aproximadamente un 40% de los pasajes que ya se habían comprado. Su gerenta general, Carolina Navarrete, comentó que se verán obligados nuevamente a reducir la flota circulante.

Desde el gremio puntualizaron en que han tenido muchos problemas con los horarios de cierre de los terminales, dado que las comunas a lo largo del país pueden tener distintos horarios de cierre e hicieron un llamado a la autoridad a ordenar ese tema para el correcto funcionamiento de la industria.