En Cuba le llaman el Día Cero, algunos le temen más que otros, pero para nadie es indiferente. Se trata del 1 de enero de 2021, cuando entrará en vigor una reforma monetaria y salarial, que según expertos, será dolorosa pero necesaria para la economía de la isla.

Los cubanos revisaron el viernes con lupa los aumentos salariales de hasta un 525% (en el caso del salario mínimo) y los incrementos de precios que regirán en el futuro como parte de la reforma anunciada por el gobierno.

Las listas de salarios y precios fueron publicadas en la gaceta oficial, luego de que el jueves por la noche, el presidente Miguel Díaz-Canel anunciara la unificación de la moneda a partir del primer día de 2021, como parte de un paquete de medidas destinadas a corregir distorsiones de la economía de su país.

“Todos los que tienen esos salarios (pensiones) bajos, tenemos miedo de que suban los precios”, declaró a la agencia AFP Fe María Ramayo, una mujer de 67 años que recibe asistencia social del Estado.

Tan sólo el precio del pan de 80 gramos que recibe cada persona diariamente por la cartilla de racionamiento, símbolo de igualdad entre los cubanos, subirá 20 veces a 4 centavos de dólar, según las listas de la gaceta.

Más optimista que Ramayo, el pensionado Roberto Periut, de 77 años, confía en la reforma. “El Estado sabrá de qué manera va a vender la mercancía para que nosotros los pobres podamos vivir”, dice.

El Día Cero, como le llama la población, desaparecerá el peso convertible (CUC, igual al dólar) y permanecerá el peso cubano (CUP) a un tipo de cambio único de 24 por dólar para evitar su colapso frente a la moneda estadounidense, recientemente reintroducida en la isla mediante la apertura de tiendas de electrodomésticos y alimentos donde sólo se puede pagar con dólares.

En el mercado negro, el dólar, que no se encuentra en bancos y casas de cambio cubanos, está al alza desde hace meses.

Con la unificación de sus monedas, el país dirá adiós a un sistema que ha funcionado desde hace 26 años.

El duro ajuste incluye aumentos del precio de muchos alimentos y servicios básicos, así como la eliminación de subsidios, a los que los cubanos se acostumbraron.

El gobierno insiste en que las medidas buscan hacer más eficiente la economía de la isla y facilitar las inversiones extranjeras, en momentos en que el país necesita dinero fresco luego de verse privado de las divisas del turismo por la pandemia de coronavirus.

“Impactos negativos”

Para el economista Ricardo Torres, de la Universidad de La Habana, “es una transformación que de alguna manera podría permitir colocar a Cuba otra vez mucho más claramente en el tablero internacional, hacer más comparables si se quiere nuestros números con los de otros países”.

“Claro que facilita la toma de decisiones y la llegada de potenciales inversionistas”, añadió.

El experto reconoció que las medidas también tendrán “impactos negativos sobre la estructura productiva, sobre las empresas y también sobre la producción”, pero dijo que la sociedad tiene que manejar y no desconocer estas afectaciones.

Díaz-Canel calificó las reformas como “una de las tareas más complejas que en el orden económico” haya enfrentado el país, afectado por la caída del turismo debido a la pandemia y el endurecimiento del bloqueo estadounidense bajo la administración de Donald Trump.

El gobierno insiste en que “ningún cubano quedará desamparado”, pero el propio gobernante cubano advirtió que podría registrarse una inflación superior a la prevista.

Ese riesgo preocupa a los cubanos que, desde que comenzó la pandemia, están obligados a hacer largas filas para abastecerse de alimentos y otros productos de primera necesidad.

“Que se empiece por la economía”

Los expertos subrayan la posibilidad de corregir las fuertes distorsiones generadas por el sistema bimonetario y hay ciudadanos que están en esa línea.

“Nuestro país necesita un cambio y qué mejor que se empiece por la economía, que es una rama muy importante, que puede dar una base más estable al nuevo desarrollo”, aseguró Liurys Costa, un estudiante de Bioquímica de 20 años.

Enfrentada a serios problemas de liquidez, Cuba autorizó el martes la participación mayoritaria de inversionistas extranjeros en algunas empresas de capital mixto, para estimular las inversiones.

El país precisa un nivel de inversiones anuales de 5.000 millones de dólares, según los expertos oficiales, pero la cifra captada está muy por debajo de ese objetivo.

El presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, con sede en Nueva York, John Kavulich, también se mostró optimista ante el anuncio. “Si bien el dolor necesario para la población será inevitable, el resultado (de la reforma) debería reavivar el interés de las empresas en el mercado cubano”.