La Cámara de Diputados y Diputadas aprobó sólo en general el proyecto de ley iniciado en moción que prohíbe la instalación y funcionamiento de centrales termoeléctricas a carbón en Chile a contar del 31 de diciembre de 2025.

La iniciativa legal consta de un artículo único que prohíbe la instalación y funcionamiento de plantas de generación termoeléctrica a carbón en todo el territorio nacional.

Adicionalmente, una disposición transitoria señala que esta ley comenzará a regir el 31 de diciembre de 2025 para las plantas de generación termoeléctrica a carbón que tengan menos de treinta años de antigüedad.

Por haber sido objeto de indicaciones la moción, tras sumar 145 votos afirmativos, dos negativos y cinco abstenciones, retornó a la Comisión de Medioambiente y Recursos Naturales.

En Chile existen 28 centrales termoeléctricas a carbón en operación con una potencia instalada de 5.529 MW, concentradas principalmente en Iquique, Mejillones, Tocopilla, Huasco, Puchuncaví, Curicó, Hualpén y Coronel.

En agosto, el Gobierno remarcó su completo apoyo a la descarbonización, pero insistió en que los plazos no pueden adelantarse.

El Ejecutivo dijo en aquella oportunidad ver con buenos ojos el fondo de la propuesta -es decir, la eliminación del uso del carbón para la generación de energía- pero expuso una diferencia de perspectiva en el tema: estimó que de aprobarse la iniciativa tal y como fue presentada, generaría una serie de externalidades que van desde aspectos energéticos a económicos.

“No hay diferencias de opinión, sino en cómo se logra ese propósito”, dijo hace dos meses el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, explicando que el proyecto tiene cinco problemas graves: “se perderían más de 13 mil puestos de trabajo, alto riego de racionamiento eléctrico, alza de cuentas de la luz, riesgo altísimo de demandas contra el Estado y vicios de constitucionalidad”.