La cadena de ropa J.Crew, conocida por su estilo informal elegante y en dificultades durante años, se declaró el lunes en bancarrota en Estados Unidos, lo que le permitirá continuar sus operaciones mientras reestructura su deuda.

J.Crew anunció en un comunicado que había llegado a un acuerdo con la mayoría de sus acreedores para reestructurar una deuda de 1.600 millones de dólares -convertida en acciones-, y recaudar así unos 400 millones de dólares.

La empresa matriz, Chino Holdings, se declaró voluntariamente en bancarrota para proceder a la reestructuración en mejores condiciones.

Si el tribunal de quiebras del estado de Virginia da luz verde al plan de reestructuración, J.Crew debería tener suficiente efectivo para llevarlo a cabo, según el comunicado.

Las ventas en internet, que representan más del 50% de la facturación total de la compañía “continuarán normalmente” y las tiendas de la marca volverán a abrir cuando se levanten las medidas adoptadas para contener la propagación del Covid-19, dijo la empresa.