Con los aviones en tierra, las fábricas funcionando a medias y los automóviles estacionados, la demanda por el petróleo se ha hundido a niveles históricos durante la pandemia.

El barril de petróleo WTI, referencia en Estados Unidos, volvía a registrar valores negativos este martes, después de cerrar el lunes en rojo por primera vez en su historia.

Tras haber estado por encima de cero durante varias horas a primera hora de hoy, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en mayo (último día de cotización) reanudó su descenso “a los infiernos” y evolucionaba en torno a -10 dólares.

El lunes cerró en -37,63 dólares en Nueva York.

El próximo contrato de WTI, para entrega en junio, que se convertirá en el punto de referencia a partir del miércoles y en el que los mercados ya están enfocados, retrocedía por su parte un 21,24% a 16,07 dólares, recuperándose tras caer hasta un mínimo de 11,60 dólares.

Arrastrado por la presión, el barril de Brent del Mar del Norte -petróleo de referencia en Europa para entrega en junio- perdía 18,93%, situándose en 20,73 dólares en Londres.

Menos de una hora antes había caído hasta los 18,10 dólares, su nivel más bajo desde diciembre de 2001.

Crisis del oro negro

El mercado del petróleo se ha venido derrumbando desde hace varias semanas, ya que las restricciones a los viajes en muchos países y la parálisis de muchas economías debido a la crisis del coronavirus han hecho que la demanda se desplome.

Los inversores esperan algo peor, ya que se avecina una profunda recesión en todo el mundo.

Sin embargo, el descenso del WTI en territorio negativo “sólo concierne al contrato de mayo, que está a punto de expirar y se ha vuelto muy poco líquido”, señaló Neil Wilson, analista de Markets.com.

“WTI es un contrato físico: si lo posees en el momento de su expiración tienes que recibirlo”, explicó.

En circunstancias normales, los inversores transferirían sus posiciones al siguiente contrato a medida que se acercara el vencimiento del actual. Pero esta vez no pudieron encontrar compradores debido al colapso de la demanda física de petróleo, que se ha visto muy duramente golpeada por la pandemia de Covid-19.

Medidas de apoyo

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También se está ejerciendo una fuerte presión sobre las capacidades de almacenamiento de petróleo crudo, que están cerca de la saturación.

La National Gas Intelligence informó de una tasa de llenado del 80%, según el analista Ipek Ozkardeskaya del Swissquote Bank.

Esto es suficiente para “dar una descarga eléctrica a los productores de petróleo y animarlos a tomar medidas más significativas para apoyar los precios”, dijo Fiona Cincotta de Gain Capital.

Los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus principales aliados se comprometieron la semana pasada a reducir su producción de oro negro en proporciones récord, pero éstas siguen siendo insuficientes en relación con la caída de la demanda.

El presidente estadounidense Donald Trump aprovechó la oportunidad el lunes para anunciar que Estados Unidos iba a comprar 75 millones de barriles para llenar su reserva estratégica.

El barril de WTI nunca había bajado de 10 dólares al cierre desde que se creó el contrato en 1983.