Las ventas reales de comida de servicio rápido a nivel nacional registraron en 2019 un negativo cuarto trimestre con una caída real anual de 9,1% según el indicador que elabora el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC).

Por su parte, las ventas reales medidas en términos de locales equivalentes (concepto de same sale store), evidenciaron una baja real anual de 9,7%.

De esta manera, en 2019 las ventas totales del sector acumularon un alza de 3,0% real, mientras que en términos de locales equivalentes promediaron un crecimiento de 0,4% real.

Con respecto a los meses del cuarto trimestre, el estallido del 18 de octubre pegó fuerte en el sector registrándose una caída de 16,5% real anual en octubre y una baja de 11,5% en noviembre. Diciembre experimentó una baja de 1,0% real anual.

A nivel de locales equivalentes también se evidenciaron negativos resultados con caídas reales anuales de 17,9% y 11,3% en octubre y noviembre, mientras que en diciembre se alcanzó una baja de 1,8%.

Consumo promedio

El consumo promedio por boleta (expresado en pesos de diciembre 2019) alcanzó un valor de $4.990 en el cuarto trimestre de 2019, lo que significa un alza real de 2,7% respecto a igual período de 2018 y una baja real de 2,5% respecto al trimestre anterior.

En la región Metropolitana, el consumo promedio por boleta durante el cuarto trimestre de este año fue de $5.066, experimentando un alza de 2,7% real anual. En regiones el consumo promedio durante el mismo período alcanzó los $4.915 lo que determinó un incremento real anual de 2,8%.

Análisis de la CNC

Desde la CNC explicaron que las ventas de comida de servicio rápido mostraron una fuerte caída el último trimestre del 2019 “producto del estallido del 18 de octubre”.

La fuerte baja de 9,1% real anual del último cuarto del año golpeó fuertemente el buen desempeño que venía acumulando el sector al término del tercer trimestre (7,3% real), impulsado por la creciente penetración de las aplicaciones de delivery y evidenciando también apertura de nuevos locales a lo largo del país.

“Tras el estallido social el sector ha sido uno de los más afectados dado el cierre de mucho de sus locales ubicados dentro de centros comerciales, sumado a los ubicados en zonas de alta violencia que aún no pueden abrir, mientras que otros fueron totalmente destruidos”, indicaron desde la CNC.

Otro factor que ha afectado fuertemente al sector es el cambio en el horario de los centros comerciales que se mantienen hasta ahora cerrando más temprano de lo que lo hacían previo al 18 de octubre, “perdiendo así la franja de la comida que solía representar cerca de un 15%-20% de las ventas diarias de los locales ubicados dentro de los malls”.

“Para el sector es imprescindible recuperar el orden público y con esto los horarios de funcionamiento”, subrayaron desde la CNC.

Si bien en enero y febrero se tendieron a estabilizar un poco las ventas tras las fuertes caídas de fin de año, “aún no se logra recuperar el 100% de la operación y para marzo el escenario es incierto”, lo que preocupa fuertemente al sector ya que otro golpe a la industria hará que muchos no logren recuperarse.