La producción industrial italiana cayó de un 1,3% en 2019, el primer descenso desde 2014, anunció este lunes el Instituto Nacional de Estadística (Istat).

La producción industrial ya había registrado en 2018 una clara desaceleración, con un aumento de solo 0,6%, contra un crecimiento de 3,6% en 2017.

Durante el año la disminución llegó a 4,3% tras los ajustes de calendario. Se trataba del décimo mes consecutivo en declive.

La economía italiana se ve afectada por la desaceleración en Europa, las tensiones comerciales entre China, Europa y Estados Unidos, pero también por la prudencia de las empresas que invierten menos.

El gobierno italiano e Istat estiman que el PIB (Producto Interno Bruto) va a aumentar un 0,6% este año, después de haber registrado un aumento de solo un 0,2% en 2019.

La Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional son más pesimistas y pronostican +0,4% y +0,5% respectivamente.

En diciembre la producción cayó en todos los sectores, incluidos los bienes intermedios (-2.8%), energía y bienes de consumo (-2.5% para cada uno) y bienes durables (-2.3%).

Durante un año, todos los sectores también se vieron afectados, con una caída muy marcada de los bienes intermedios (-6.6%), energía (-6%), bienes durables (-4.7%) y menor para bienes de consumo (-0.8%).

La actividad con el mayor aumento en un año es la fabricación de computadoras y productos electrónicos (+ 5.3%), mientras que las disminuciones más significativas se registraron en la industria (-10.4%) y la fabricación de coque y productos refinados de petróleo (-9,3%).