Tras la crisis social, el escenario económico en Chile no es de los más opulentos; y tanto el Gobierno, como el Banco Central y expertos prevén secuelas en el empleo, inversión y liquidez.

En línea con aquello -y ad portas de la Navidad- un estudio realizado por GfK monitoreó los efectos que ha tenido en los chilenos el nuevo contexto social: se esperan celebraciones de fin de año más austeras.

El análisis titulado Marcas & Crisis GfK arrojó cambios incertidumbres y cambios en el consumo, siendo el trabajo y el estudio los aspectos donde los chilenos han visto más afectado su día a día.

Compras

El estallido social sin duda generó cambios en el consumo, donde las compras cotidianas son las que se han visto más alteradas,”aunque con el paso de los días se reduce la necesidad de controlar el abastecimiento en base a una apertura paulatina del retail mayor”, indicó el estudio.

La tendencia a reducir el gasto se mantiene como la predominante, aunque se moderan las conductas de cambio.

Este nuevo “modo ahorro” afecta principalmente a las categorías: entretención, hospitalidad y tecnología.

Pensando en las próximas festividades, se espera una Navidad introspectiva, celebrándose como evento, pero con un gasto a la baja.

En este escenario las marcas siguen relativamente ausentes, no existiendo mucho contenido positivo o negativo sobre ellas en este proceso, ya que ha sido profundamente ciudadano y lo comercial no ha estado en la conversación, consolidándose el mensaje de aportar al futuro como la consigna que concita mayor agrado.

Finalmente, el mensaje promocional que empatizará con la expectativa de ahorro se vuelve clave al reducir su rechazo. Es el de mayor potencial para volver a comunicar en la medida que no aparezca como un incentivo a un consumo innecesario.