Una cifra que bordea los 2 mil millones de pesos en pérdidas para los micro, pequeños y medianos empresarios de la región de Coquimbo, es lo que dejó el catastro de daños que el Ministerio de Economía implementó para recabar información sobre la afectación que han dejado las últimas semanas de protestas tras el inicio del estallido social el pasado 18 de octubre.

Hasta el pasado 31 de octubre, un total de 278 micro, pequeñas y medianas empresas de la región habían resultado afectadas, ya sea por diversas desmanes o por las fuertes caídas en sus ventas a raíz de las protestas.

Un dato que genera preocupación, más aún cuando tres cuartos de los locales afectados corresponden justamente a pymes.

Por ello, desde el Gobierno se han anunciado una serie de medidas dirigidas a estas empresas para poder apoyar su recuperación en el más breve plazo posible y evitar así, eventuales cierres de negocios que impactarían aún más negativamente en la economía, más de lo que incluso se viene advirtiendo por parte de las autoridades.

Al respecto, la intendenta Lucía Pinto aseguró que se ha trabajado con todas las cámaras de comercio de La Serena, Coquimbo y Ovalle, que han sido las ciudades con los locales más afectados por desmanes y de donde son la mayor parte de los 229 locales que han resultado con varios tipos de daños, de los cuales además, sólo un 13,7% tenía algún tipo de seguro.

No obstante, y teniendo en cuenta que el catastro cerró este 31 de octubre, la autoridad regional subrayó que esa cantidad ha ido aumentando durante los últimos días, debido a que los desmanes han continuado generando daños a pequeñas y medianas empresas.

Lautaro Carmona | Diario El Día
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Destrozos y derrumbe de ventas

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio de La Serena, Patricio Araya, señaló que el sector más afectado por los desmanes corresponde a los locales del centro de La Serena.

“Sin duda, los daños más graves se ubican en el casco histórico de la ciudad. Hay otros sectores que no han sido afectados, pero sin duda el gran daño se ha producido en el sector céntrico de La Serena”, señaló.

Al respecto, Araya dejó en claro que “la normalidad no ha vuelto. Funcionamos con distintos horarios dependiendo de las circunstancias y del sector”, indicó.

En Ovalle en tanto, si bien los daños a pequeños comercios no alcanzan las magnitudes de La Serena y Coquimbo, de todas formas hay preocupación en el gremio de esa ciudad.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle, Washington Altamirano, lo más preocupante en la capital del Limarí es el derrumbe de las ventas que han sufrido los pequeños locales.

“Ha habido muy pocas ventas, porque en la tarde muchos locales no venden. Entonces esto ha conllevado una pérdida económica enorme a muchos comerciantes. Mientras esto no se solucione, o sea, mientras la gente siga saliendo a las calles, los delincuentes se van a seguir aprovechando. Ese es el temor de la gente”, afirmó.

Altamirano afirmó que como gremio “queremos que el país cambie, pero el problema es que el comerciante chico está muy complicado, puesto que no pueden pagarle a su gente. No tienen caja y no tienen cómo pagar sus deberes con el banco”, señaló.

Lautaro Carmona | Diario El Día
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Puestos de trabajo y eventuales cierres

En ese contexto, las pérdidas económicas se traducen también en la potencial pérdida de empleo. Según datos del propio Ministerio de Economía, a nivel regional cerca de mil puestos de trabajo se encuentran en riesgo, producto del cierre de algunos locales o por las mermas de días laborales.

En ese sentido, el seremi de Economía, Carlos Lillo, señaló que los rubros económicos más perjudicados ha sido en primero lugar, el comercio, además de los servicios de alojamiento y comida, que corresponden sobre el 50% del catastro que presentan algún tipo de siniestro.

De todas maneras, Lillo reconoció que a futuro “la proyección en ventas, efectivamente, se ve fuertemente impactada, eso hay que decirlo. Y por eso es importante tomar medidas rápidamente, independientemente de que esta situación continúe. Pero sabemos el impacto negativo que van a tener en sus ventas”.

Consultado sobre si la actual situación puede derivar en cierres definitivos de locales, el seremi señaló que es una posibilidad que “no se puede desconocer”, agregando que por lo mismo “se está haciendo un esfuerzo enorme desde el primer día por establecer el orden público en nuestra región”.

Lautaro Carmona | Diario El Día
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Lujo en medio de la crisis

En medio de este gris panorama económico, la bahía de Coquimbo recibió un esperado visitante: el crucero turístico Silver Cloud, la primera nave que recala en el terminal portuario tras la cancelación del desembarco del MS Zaandam el pasado 1 de noviembre, producto de la crisis social.

Los visitantes, que estuvieron unas horas en la región, son de alguna manera un pequeño respiro para un sector que ha resultado fuertemente afectado por el estallido social como es el turismo, con una cancelación hotelera que bordea entre el 40% y el 60%.

Al respecto, el seremi de Economía, Carlos Lillo, reconoció esta situación, señalando que “el turismo trabaja mucho con la imagen y hoy día, debido, no tanto a las manifestaciones pacíficas en sí, sino a los actos delictuales y la violencia que se ha generado, ha habido un impacto negativo en el turismo”.

En ese sentido, Lillo explicó que, por lo pronto “se ha levantado un video promocional para minimizar el impacto negativo que está sufriendo el turismo. Pero vamos a seguir trabajando, ideando diferentes líneas de acción que están siendo definidas por el gobierno, pero escuchando en mesas de trabajo a los actores privados que son los que desarrollan fuertemente el turismo en la región”, afirmó.