Si bien el informe de política monetaria que se conoció esta semana apuntó a que el rango de crecimiento de Chile, para el año en curso, podría rondar entre el 3.5 a 4% del Producto Interno Bruto, la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China ha encendido las alarmas en La Moneda.
La razón está dada por el impacto para la economía chilena, que es altamente permeable a los movimientos internacionales. De hecho, en privado el presidente Sebastián Piñera ha reconocido lo delicado del tema.
Por lo anterior, el mandatario encargó informes a los ministerios de Hacienda y Economía sobre dos aspectos: lo qué está sucediendo y cómo se podría contrarrestar.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reconoció la preocupación y se sumó a los llamados de sus pares en el mundo, para que se medite al respecto.
Hay que analizar “cómo nos puede afectar esta posible guerra comercial, y esperamos, desde este pequeño país, un llamado a la racionalidad, mesura, y a tratar de resolver los problemas por las vías que corresponden”, concluyó el secretario de Estado.