2,5 millones de personas trabajaron en la informalidad en nuestro país durante el trimestre octubre-diciembre, es decir, casi el 30% de los ocupados en Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El registro representa un alza de 0,1 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior y es primera vez que la entidad publica oficialmente la medición.
La definición del INE de ocupación informal comprende a todos los trabajadores dependientes que carecen de acceso al sistema de seguridad social por concepto de su vínculo laboral, situación que para dependientes se replica en caso de que su actividad pertenezca al sector informal. Este 30%, por ende, no cotiza en AFP ni cuenta con prestaciones de salud.
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A juicio del socio de Le Fort Economía y Finanzas, Guillermo Le Fort, existe un fuerte vínculo entre el nivel de informalidad y la debilidad del ciclo económico.
A nivel nacional, el desempleo total anotó un alza de 0,3% en doce meses, al ubicarse en un 6,4% en el trimestre móvil octubre-diciembre. Los asalariados crecieron un 1,7% en el periodo, alcanzando su mayor nivel desde el comienzos de 2010; mientras que los trabajadores por cuenta propia se expandieron 4,1%.
Es, precisamente, esta categoría ocupacional la que mayor incidencia tiene en la informalidad y, dado el repunte de la economía, éstos podrían migrar hacia puestos de mejor calidad.
Sin embargo, el investigador del Centro de Estudios Públicos, Raphael Bergoeing, planteó que a raíz del surgimiento de “economías de escala” como Uber, según dijo, la migración sería menor a la esperada.
En términos sectoriales, la creación de empleos fue liderada por Enseñanza, con un 10,7%; seguido por Administración Pública, con un 6,5%. Los descensos fueron liderados por Comercio, que anotó un retroceso de 2,8%; e Industria Manufacturera, con una contracción de 2,3%.
