Un recorte de cuatro décimas en la proyección de crecimiento para este año realizó el Fondo Monetario Internacional (FMI): fijó la expansión del Producto Interno Bruto en un 1,7%, frente al 2,1 que había estimado en enero.

Además, el organismo ajustó a la baja su pronóstico para 2018, el que a comienzos de año llegaba a un 2,7% y en esta ocasión cifró en 2,3%.

A juicio del execonomista del organismo, Luis Eduardo Escobar, el complejo escenario de nuestro país obedece principalmente a la caída de la inversión y su consiguiente efecto fiscal.

El FMI en el reporte Panorama Económico Mundial señaló, en el caso de América Latina, que “si bien la actividad de la mayor parte de los exportadores de materias primas estaría respaldada por la recuperación de los precios de las materias primas, los fundamentos internos continuarían desempeñando un papel determinante en las perspectivas de algunos países grandes”.

Para el académico de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, el recorte en la expansión del Producto Interno Bruto era “previsible”.

El escenario para América Latina también empeoró con un crecimiento que fue recortado a 1,1% en 2017 y un 2% para el próximo año.

En cuanto a la realidad por país en el continente, Perú también sufrió un ajuste para quedar en un 3,5% este año, Colombia un 2,3% y Argentina un 2,2%.