Una visión crítica de la reforma tributaria implementada por el gobierno de Michelle Bachelet realizó el exdirector del Servicio de Impuestos Internos (SII), Ricardo Escobar, quien ocupó el cargo entre 2006 y 2010.

Según afirmó a El Mercurio, la reforma “nos dejó con un régimen bastante complejo que va a costar llevar adelante y poner en marcha”, y que generará “incertidumbre por algún tiempo” a nivel de las pequeñas y medianas empresas.

Proyectó también que desde 2017 se registrará una “disminución en forma importante” del impuesto global complementario, de declaración y pago anual y que grava a las personas que residen o están domiciliadas en Chile sobre las rentas imponibles determinadas conforme a las normas de la primera y segunda categoría. Es el que pagan quienes, al sumar sus ganancias entre enero y diciembre, superan las 13,5 Unidades Tributarias Anuales ($7.282.710 al valor de 2015).

Lo anterior, debido a la aplicación del 8% del impuesto sobre el patrimonio fuera de nuestro país y el impuesto sustititivo de 32% sobre el FUT, añadió Escobar al matutino.

Ello, a su juicio, impactará en la recaudación a partir del próximo año. Incluso cree que “va a haber una reforma tributaria con toda seguridad en los próximos dos años“, ya que el programa de Gobierno requería una recaudación de 4% del PIB, siendo que en la actualidad se prevé que la cifra será “más cerca del 2%”.

Lamentó el “apuro en tratar de desarraigar el antiguo sistema” por parte de este gobierno, sin tener una alternativa, y llamó a implementar modificaciones con “alguna coherencia, no algo que se haga de la noche a la mañana”.