Eduardo Fuentes reveló curiosa experiencia con los "baños de hoyo" en China: "Se agacha al lado mío"

Valentina Espinoza Poblete

Periodista de Magazine en BioBioChile

Lunes 10 noviembre de 2025 | 08:46

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“Mari con Edu”

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Eduardo Fuentes reveló cómo fue su aventura en los “baños de hoyo” en China, una particular experiencia que el periodista contó con todo detalle.

Fue en el podcast “Mari con Edu”, que el comunicador comentó su viaje a China, donde recorrió Beijing, Hefei, Hangzhou y Lhasa (Tíbet), grabando para un programa de TVN.

En ese sentido, el periodista recordó cómo se sintió al llegar a los 3.600 metros de altura y poder meditar en un templo budista tibetano, uno de sus sueños.

“Era muy bonito porque el sonidista que iba con nosotros era budista y me iba contando todo a través del traductor. En un minuto logré escaparme hacia un lugar y poder meditar (…) fue una experiencia sublime”, confesó.

“Quizás el proceso de meditación es el mismo que podría hacer acá, pero saber que estoy ahí, escuchar los mantras de fondo, sentir la vibración, es algo muy especial. Fue muy emotivo”, relató Fuentes, quien también visitó lugares sagrados como el Templo Potala, donde dijo haber sentido “una conexión espiritual y filosófica muy potente”.

Eduardo Fuentes reveló su experiencia con los “baños de hoyo”

Pero además de la espiritualidad, el viaje dejó espacio para el humor. Uno de los momentos más curiosos fue su encuentro con los “baños de hoyo” tibetanos, una experiencia que el conductor relató con lujo de detalles.

El baño era de hoyo. Es por un tema de higiene básicamente… pero es raro. De verdad, no lo digo con doble sentido, pero es raro”, afirmó.

Con su estilo, describió la escena: “Estaba ahí parado haciendo pipí y de pronto veo una cabeza que se asoma (…) una señora china, con falda larga, me queda mirando y yo le decía ‘shu, shu’. ¡Y la señora se agacha al lado mío y empieza a hacer lo suyo!”, contó.

Entre carcajadas, explicó que se trataba de baños compartidos y que simplemente no había corrido una cortina para más privacidad.

“Lo que yo no hice fue correr una cortinita chiquitita que hay arriba. Pero igual es raro, porque lo único que hace es que no se te vea la cara, ¡pero perfectamente podrías estar mirando el pilín!” (sic), bromeó el comunicador.

Té tibetano con leche de yak

Pero Fuentes también disfrutó de otras particularidades del Tíbet: probó el té tibetano con leche de yak, el animal símbolo del altiplano asiático.

“El yak es como una vaca peluda, un toro lanudo (…) muy peludo. Con su leche hacen el té tibetano frío, que es una mezcla de té negro, leche de yak y un toque de sal. Suena raro, pero es delicioso”, confesó.

El conductor cerró su relato maravillado y reflexionó sobre el contraste cultural que vivió: “Llegas a Lhasa y lo primero que ves son avenidas modernas, luces LED, robots que te llevan la comida al cuarto… y al otro lado del río, los templos milenarios. Es como estar en Las Vegas y San Pedro de Atacama al mismo tiempo”.

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