Villouta responde a Jordi Castell y reconoce relación obsesiva: "No puedo negar absolutamente nada"

José Miguel Villouta respondió a su expareja Jordi Castell, quien recientemente reveló que tuvo una compleja y fugaz relación con el periodista hace 25 años.

“No tengo nada bueno que decir de él”, lanzó el fotógrafo durante el podcast Quién es 1, conducido por Pablo Candia y Paula Escobar.

Asimismo, relató algunos hechos que lo llevaron a tomar una drástica medida que involucra la justicia: “Después de eso hubo una seguidilla de actos psicopáticos que terminaron llevándome a una comisaría para poner una orden de alejamiento“, explicó el fotógrafo.

Villouta afirma su “obsesión” por Jordi Castell

En ese contexto, Villouta conversó con el programa Que te lo digo de Zona Latina y confirmó las palabras de Castell y su “obsesión” con él.

“No puedo negar absolutamente nada. O sea, me acuerdo de esa época lo obsesionado que estaba. O sea, hacía huevadas, pero que ahora yo digo: ‘¿cómo?’ Así que sí, absolutamente no niego nada de lo que él dice”.

El comunicador explicó que su “obsesión” por Castell comenzó cuando trabajaba en el diario El Mercurio, mientras el fotógrafo se desempeñaba en la revista Ya.

“Yo me tenía que quedar callado. Una vez entró a la oficina, y era súper heavy para mí”, recordó sobre la atracción que sentía.

Tras esto, Villouta reveló algunas de sus acciones que descolocaron al fotógrafo durante la relación, las cuales habían sido comentadas por Castell previamente.

“Después, cuando pololeábamos, andando en bicicleta afuera de su casa, le dejaba ramos de flores. Salía y (le decía) ‘Porfa, Jordi, habla conmigo’. Así que sí, no puedo negar nada de eso”, reconoció entre risas.

Sin embargo, el conductor aclaró que nunca supo de la denuncia que Castell había interpuesto en su contra hasta que lo reveló en el podcast.

“Primera vez que leo que me puso una orden de alejamiento. Nunca caché esa hueá”, concluyó.

Posteriormente, el mismo comunicador se refirió a la situación en sus redes sociales, asegurando que el fotógrafo miente.

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