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A 20 años del caso: Pamela Díaz revela que joyas compradas por Manuel Neira eran para su amante

16 mayo 2025 | 21:00

Fue en el 2005 cuando Pamela Díaz participaba en el programa de TVN, ‘De pé a pá’, que la esposa del empresario coreano Boung Soo An se dio cuenta de que la modelo estaba usando unas joyas que le parecieron muy familiares. Eran iguales a unas que le habían robado.

El caso provocó gran revuelo en el mundo de la farándula, pues tiempo después, cuando la animadora de televisión estaba encerrada en el reality ‘La Granja VIP’, Carabineros la llevó detenida por el delito de robo luego de que descubrieran que los accesorios habían sido comprados por Manuel Neira, su esposo, a través de una cuenta bipersonal.

Sobre este momento se refirió la conductora de ‘Hay que decirlo’ en el podcast de Carla Jara, ‘Entre amigas y copas’, donde reveló que el hecho fue una completa sorpresa para ella, pues las joyas ni siquiera eran para ella, sino que el futbolista las había adquirido para regalárselas a su amante.

“Del reality me sacaron presa, yo no entendiendo nada y directo a Canal 13 al programa de Sergio Lagos, ‘Encuentros cercanos’, y para mí era super fuerte”, comenzó recordando la “Fiera” sobre la trastienda que nunca se vio en pantalla.

Tras ello, la comunicadora relató que todo surgió luego de que un colega de Neira le contara que otra persona de la industria -cuya identidad no reveló- estaba vendiendo sus cosas debido a problemas económicos. El deportista accedió a ello, pero lo hizo con un cheque cuyos fondos provenían de la cuenta que compartía con Pamela Díaz, por ende, ella también fue vinculada al caso.

“Él compró esto, pero a mí nunca me llegaron las joyas. Le llegó a la otra. Yo nunca lo he contado”, reveló Pamela. Al respecto, la “Fiera” dijo que decidió callarse aquel detalle por la lealtad que tenía a su marido en ese entonces.

A raíz de la investigación, la comunicadora tuvo que hacer entrega de sus joyas a Carabineros para verificar la procedencia de estas, sin embargo, como algunas eran obsequiadas, no tenía las boletas, por lo que se convirtió en sospechosa. Un año se demoró en demostrar que los accesorios eran de su propiedad y no eran parte de los objetos robados.

La pulsera, que se supone que esa persona estaba reclamando, nunca me la regalaron a mí y nunca la compró él (…) Pero yo soy afortunada porque después de eso me contrataron para ser rostro de Joyas Barón”, contó poniendo su cuota de humor.