De conocimiento popular es que en el fútbol hay algunas ‘tradiciones’ que se deben cumplir. Una de ellas, y tal vez la más respetada, es la que dice que está totalmente prohibido tocar una copa antes de jugar un partido definitorio.

¿Razones? Certeras no hay muchas, aunque muchos hablen de ‘míticas maldiciones’. Eso sí, cabe la coincidencia de que hay varios jugadores que rompieron el rito y lo terminaron ‘sufriendo’.

El último ejemplo es lo que ocurrió con el jugador del Olympique Marsella, Dimitri Payet. El francés pasó por alto la recomendación y acarició la copa en el momento en que su equipo y el Atlético de Madrid iban entrando a la cancha para disputar el encuentro final de la Europa League. Lamentablemente, su escuadra cayó por 3 tantos a 0 ante los hispanos y, además, abandonó lesionado el campo.

En todo caso, hay que destacar que el galo no es el único jugador que ha caído en esta falta y a continuación te invitamos a recordar otros de estos episodios.

Cuenta la leyenda que una de las primeras “víctimas” fue el exfutbolista francés, Ludovic Giuly. Y es que quien militaba en el Mónaco se atrevió a tocar el trofeo antes de tiempo y su equipo terminó cayendo por 3-0 ante Porto, en la Liga de Campeones del 2004.

Mismo caso se vivió el año siguiente cuando el AC Milán y el Liverpool se dieron cita por la final de la Champions League. Los ‘rossoneros’ tenían prácticamente sentenciado el encuentro antes del descanso, no obstante, todo cambió al regreso. El cuadro inglés emparejó las acciones y terminó imponiéndose en los lanzamientos penales.

Según la explicación ‘mítica’, la culpa de todo fue de Genaro Gattusso, quien tocó la copa antes de irse a los camarines. Grave error.

En el año 2011 la historia volvió a repetirse. Anatoli Tymoschuk tocó la “orejona” de la Champions League cuando el Bayern Munich y el Chelsea iban ingresando al terreno de juego. Un ajustado marcador en los penales (4-3) le arrebató la gloria al cuadro bávaro.

En la final del Mundial de Fútbol Sub20 del año 2015 se vivió una historia similar cuando Brasil y Serbia llegaron hasta dicha instancia. Para muchos, el partido estaba sentenciado en favor del Scratch, no obstante, nada salió como las apuestas lo estipulaban.

Antes del pitazo inicial varios jugadores de la canarinha tocaron y besaron el trofeo. Los serbios se impusieron por 2-1 en el tiempo de alargue y alzaron por primera vez el título. Al parecer, nadie le avisó a los jóvenes del Scratch de la “maldición”.

Y ¿qué pasa con Chile? Nuestro país no ha estado ajeno a esta superstición, puesto que también se han conocido emblemáticos casos en que la maldición de la copa ha cobrado más de una víctima.

Sin ir más lejos basta con recordar lo que ocurrió en la conferencia de prensa previa a la final de la Copa Chile MTS del 2015, cuando al entonces capitán de Colo Colo, Gonzalo Fierro, se le ocurrió hacerle un “cariñito” a la copa mientras posaba para las cámaras fotográficas.

La “maldición hizo de las suyas” y luego de un contundente 5-3 en los lanzamientos penales, Universidad de Chile le arrebató el trofeo al cacique.