El tenista nacional Nicolás Jarry puso punto final a su larga sanción de 11 meses al dar positivo en un control antidoping realizado en noviembre del año pasado durante las finales de la Copa Davis 2019 en Madrid.

La Federación Internacional de Tenis (ITF) castigó por casi un año al nieto de Jaime Fillol por haber consumido las sustancias prohibidas ligandrol y estanolozol.

Inicialmente, Jarry arriesgaba una sanción de hasta cuatro años, pero la defensa logró corroborar que los frascos analizados en Estados Unidos venían contaminados desde su origen en un laboratorio brasileño.

A fines de abril, la ATP anunció que los tenistas que hayan recibido una sanción por dopaje, como es el caso del chileno, no tendrán la figura del ‘Ranking protegido’ y regresarán a jugar al circuito con cero puntos en el listado mundial.

De esta manera, el santiaguino de 24 años deberá remar desde atrás para volver al menos a la posición en la que se encontraba antes del castigo, el 89º.

Ahora, Jarry volverá en el Challenger de Lima, ya que recibió una invitación, según constata el sitio especializado Séptimo Game. Además, el nacional tiene en carpeta disputar dos torneos futuros en República Dominicana, a jugarse a fines de noviembre y comienzos de diciembre.