El extenista nacional, Fernando González, consiguió grandes victorias a lo largo de su carrera. Pero hay una, exceptuando a Roger Federer, que tiene un realce distinto.

Hablamos de la leyenda Pete Sampras. El chileno enfrentó en una sola oportunidad al estadounidense y salió victorioso, en la segunda ronda de Miami 2002.

En ese momento González estaba fuera de los 50 mejores tenistas del mundo y Sampras disputaba su última temporada como profesional.

“La noche anterior de jugar contra Pete me pusieron dos botellitas de suero, había estado con mal de estómago, aunque lo que me tenía realmente preocupado era que al día siguiente pudiera pasar una vergüenza grande en un estadio como el de Miami”, dijo en conversación con José Luis Clerc para ESPN, en una entrevista donde repasó su carrera.

“Pasé una noche muy mala, una diarrea importante, pero sabía que tenía que entrar a jugar ante Pete de la manera que fuera. Al día siguiente, por suerte, me sentí mucho mejor, aunque esto nunca lo supo él”, reveló.

Pese a sus problemas de salud, ‘mano de piedra’ sabía que debía estar ahí, y con sus cortos 21 años enfrentarse a un Sampras de 30 y que se encontraba fuera del top ten.

“El ambiente estaba un poco húmedo, no había ese calor gigantesco que sabemos que hace en siempre en el mes de marzo en Miami. Además, Sampras jugaba todo el rato puntos cortos, una estrategia que me beneficiaba, era todo lo contrario que Agassi. En aquella época entrenaba con Horacio de la Peña, quien me señaló por dónde solía sacar más veces, pero al final solo me quedó aceptar la posición del arquero, aunque sabía que no le iba a acertar todos los servicios”, confesó.

Pero para sorpresa de ‘feña’, el estadounidense falló en su servicio, algo que se originó debido al gran rendimiento del chileno.

“Hiciera lo que hiciera, me iba a matar a saques de todas formas, solo que aquella tarde fui como un portero, tuve mucha suerte”, agregó.

“Lo más importante era romperle el saque al menos una vez. Se lo rompí una vez en el primer set y luego en el segundo ya fue todo más fácil, el partido se volvió más cómodo. Pero sí, para frenar su saque mi táctica era la de salir antes de tiempo. Tampoco lo conocía mucho por el hecho de nunca habernos enfrentado, cuando juegas muchas veces contra un jugador acabas familiarizándote hasta con la manera de tirarse la bola, vas adivinando cada gesto”, añadió.

Y así, en un par de horas, Fernando González vencía por 7-6 y 6-1 a uno de los mejores tenistas de la historia. Y pensar que la noche anterior había tenido que recibir suero para poder superar su enfermedad.

“Yo sabía que cuando el punto era importante él me sacaba para la derecha, así que ahí estaba yo para responder con toda la furia. Apuntaba mis tiros con mucho margen, cuando se me escapaba un poquito no era porque yo la quisiera poner tan profunda, tan a la esquina, pero salían para allá porque le pegaba un poco tarde. Ganarle a Pete se convirtió en mi sueño, más incluso que ganarle a Agassi, que era mi ídolo. Pero claro, Pete había ganado más”, cerró.